La Oficina de Impulso de la Estrategia Menorca 2030 nace a raíz de un convenio entre el Gobierno Balear, el Consejo Insular y el Consorcio de Residuos y Energía de Menorca y pretende informar e incentivar a la ciudadanía a participar en el proceso de descarbonización y transición energética en la isla.
El Gobierno de las Islas Baleares aportará entre 2019 y 2020 un total de 220.000 euros al Consorcio de Residuos y Energía de Menorca destinados a crear una oficina al servicio de la ciudadanía para implementar la transición energética contemplada en la Estrategia Menorca 2030.
Asesoramiento en proyectos de energías renovables
A través de este convenio de colaboración, el Consorcio se compromete a apoyar tanto a ayuntamientos, como particulares, empresas y entidades que quieran instalar energías renovables a través de asesoramiento individualizado y ayuda en las tramitaciones de proyectos, ayudas y autorizaciones.
La creación de esta oficina como centro de referencia de todas las cuestiones relacionadas con la energía en Menorca constituye uno de los objetivos de la Estrategia Menorca 2030, la hoja de ruta para descarbonizar el sistema energético de Menorca.
A través de este convenio el Consorcio también se compromete a organizar campañas de sensibilización y concienciación hacia las energías renovables. Por su parte, la Agencia Menorca Reserva de Biosfera asumirá las tareas de comunicación y difusión de este servicio y de la Estrategia Menorca 2030 así como crear sinergias con los agentes socioeconómicos clave en la isla y coordinar entre los diferentes departamentos del Consejo Insular las acciones necesarias para facilitar las actuaciones previstas en la Estrategia.
Estrategia Menorca 2030
La Estrategia Menorca 2030 tiene como último objetivo situar Menorca en la vanguardia en el uso de energías limpias y servir como referente para otras zonas de la Unión Europea.
La Estrategia, prevé para el año 2030 la cobertura del 85% de la demanda eléctrica con energías renovables, la reducción del 50% del consumo de combustibles fósiles en el transporte terrestre, la reducción del 30% del consumo de combustibles fósiles para usos térmicos en el sector industrial y residencial y la reducción del 10% del consumo de gasóleo B en el sector primario. Alcanzar estos objetivos implicaría cumplir los criterios establecidos en la COP21 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático).
Para lograr la cobertura necesaria de la demanda eléctrica con energías renovables se prevé que durante los próximos años se instalen 261 MW de energía fotovoltaica en plantas de generación, 30 MW de energía fotovoltaica en autoconsumo, 16,5 MW más de energía eólica y 4 MW de otras fuentes de energía renovable complementarias.