El Grupo de Investigación ERESMA de la Universidad de León ha logrado reducir un 20% la demanda eléctrica de la Escuela de Energía y Minas desde 2015 gracias a una instalación fotovoltaica de autoconsumo que, por sus características técnicas, se ha adelantado a los requisitos exigidos por el actual ordenamiento jurídico establecido en el Real Decreo 244/2019 aprobado el mes pasado por el Consejo de Ministros.
La instalación forma parte de una investigación denominada Energy Resources’ Smart Management (ERESMA), que estudia y evalúa distintas configuraciones de autoconsumo en el Laboratorio de Sistemas de Energía Eléctrica (ERESMA-GRID). Desde 2015, los científicos estudian las modalidades de autoconsumo colectivo reconocidas por el Real Decreto, con y sin excedentes.
Los investigadores explican que, gracias a su diseño modular y flexible, y su gestión a través de un avanzado sistema SCADA (Supervisory Control and Data Acquisition), “ambas modalidades de autoconsumo han podido ser probadas con éxito desde entonces, simulando diversos escenarios y estrategias de gestión», señala Miguel de Simón, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica y de Sistemas y Automática de la ULE.
Esa gestión ha propiciado que el Smart Grid de la Escuela de Minas sea una de las primeras instalaciones en España (sino la primera) en cumplir con los condicionantes y operar bajo el nuevo marco normativo para la transición energética, «colocando a la Escuela de Minas a la vanguardia en este campo», concreta De Simón.
A la vanguardia del marco normativo
Así, la energía generada en una planta fotovoltaica de 10 kW, -que se completa con una plataforma de ensayo fotovoltaico y un sistema de acumulación en baterías de iones de litio-, ha permitido satisfacer parte del consumo eléctrico.
De esta forma, al año se ha conseguido reducir más de un 20% de la demanda eléctrica del edificio, equivalente al consumo de un edificio de media docena de viviendas, y se ha evitado la emisión de casi cuatro toneladas de CO2 al año, lo que equivaldría a casi 34.500 km del parque automovilístico español (según la media de emisiones para 2017)», explican los investigadores.