El Ayuntamiento de Granadilla de Abona, en Tenerife, a través de Servicios Municipales de Granadilla de Abona (Sermugran), y el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) han firmado un convenio de colaboración con el objetivo de mejorar la gestión y la eficiencia de sendas empresas públicas tanto en la adecuada gestión de residuos como en el fomento de la eficiencia energética y la instalación de energías renovables.
A la firma del acuerdo asistieron el presidente y la vicepresidenta de Sermugran, Marcos González y María Candelaria Rodríguez, respectivamente, y el director gerente del ITER, Manuel Cendagorta.
Recogida de residuos e instalaciones renovables
A través de este acuerdo, ambas entidades consideran de interés público y social la colaboración mutua para la mejora de los servicios de recogida de residuos sólidos urbanos en las instalaciones del ITER, así como el impulso de actividades para la implantación de energías renovables en las instalaciones del Centro Empresarial Granadilla de Abona (CEGA), ubicada en el polígono industrial.
Por su parte Marcos González asegura que con la firma de este convenio, ambas empresas públicas “mejoran sus condiciones para la correcta gestión de los residuos en el ITER y para buscar la autosuficiencia energética en las instalaciones del CEGA. El intercambio de experiencias y trabajos entre empresas públicas permite mejorar la gestión de ambas empresas públicas”.
Ejemplo de buenas prácticas
María Candelaria Rodríguez asegura que “debemos impulsar la colaboración activa con empresas públicas como el ITER, ubicado además en el municipio, que es un referente en la gestión de energías renovables para conseguir objetivos conjuntos que mejoren la situación ambiental en nuestro municipio”.
En palabras de Manuel Cendagorta, “este tipo de colaboraciones deben ser impulsados como ejemplos de buenas prácticas y servir de referente como trabajo colaborativo entre empresas del sector público para mejorar la eficiencia y la calidad de estas”.
Este convenio ya se encuentra activo, y permite la gestión de la recogida de residuos sólidos en las instalaciones del ITER por parte de Sermugran y la redacción de los primeros proyectos de energía fotovoltaica por parte del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables.