La Universidad Lago Abierto (Unilac) de RD Congo tendrá acceso a la electricidad gracias a un sistema fotovoltaico de 22 kWp instalado por la multinacional Prodiel y la Fundación Rotary Sevilla, en colaboración con varias entidades sin ánimo de lucro. La llegada de la energía eléctrica a este centro académico en uno de los países más pobres del planeta permitirá ampliar el horario de clases así como el número de estudiantes. Actualmente, la universidad cuenta con 130 alumnos pero tiene capacidad para mil plazas.
La instalación solar ha sido posible gracias a un proyecto de responsabilidad social corporativa que ha resultado de la colaboración entre Prodiel y Rotary Club Sevilla Corporate y en el que han participado Jinko Solar, Fundación Typsa, SMA, Gonvarri, Lamaignere, Atf, Tranluz, AS Solar, Sesaelec, Innergy, Díaz Cadena y la Fundación Real Betis Balompié.
Instalación fotovoltaica con garantía de funcionamiento
Además de la construcción de la infraestructura y de la instalación eléctrica, Prodiel va a asegurar la continuidad del proyecto en el tiempo, haciéndose cargo de la garantía del funcionamiento de estas.
El personal de la universidad está siendo formado para hacerse cargo de los trabajos de operación y mantenimiento de esta pequeña planta fotovoltaica. Para ello, les han sido entregados manuales con información detallada de la infraestructura. Además, estos trabajadores cuentan con el asesoramiento personalizado de un técnico en España que monitoriza el lugar en tiempo real desde el Centro de Control de Prodiel.
Asimismo, existe una garantía asegurada del suministro por parte de los fabricantes ante posibles defectos de fábrica y piezas de repuesto que permitan solventar pequeñas averías. Prodiel realizará visitas anuales con personal especializado para asegurarse del correcto funcionamiento de la instalación.
Origen del proyecto
Unilac ha sido construida en varias fases que comenzaron en 2009. La actividad docente del centro empezó en el curso 2011-2012, al finalizarse la primera fase. En sus inicios, la universidad no tenía acceso a ninguna red de transporte eléctrico y sólo disponía de un generador diésel que proporcionaba energía unas pocas horas al día. Por esta razón, la única solución pasaba por construir un sistema de generación propio.
Así surgió la iniciativa para dotar de electricidad a Unilac. A finales de 2017 se puso en marcha la recopilación de materiales. Tras unos meses se consiguió reunir las 69 placas fotovoltaicas, los 800 metros de cableado solar, las dos baterías de almacenamiento de 4.600W, la estructura portante para los módulos y el vallado del perímetro necesario para llevar a cabo el proyecto de generación, así como de los 7.400 metros de cableado, las 170 luminarias, los 30 interruptores, las 70 tomas de corriente y el cuadro eléctrico general necesario para la instalación eléctrica de la universidad.