El proyecto europeo TESSe2b, Sistemas de almacenamiento de energía térmica para edificios energéticamente eficientes, ha puesto en marcha la única prueba piloto en nuestro país, tras las recientes inauguraciones de Chipre, en diciembre del pasado año, y en Austria, casi a la vez que en España. Se trata de un proyecto que intenta maximizar la aportación de las energías renovables, a través de la energía solar y geotermia, al tiempo que busca minimizar el desajuste que existe entre el suministro y la energía en los edificios residenciales que utilizan, por ejemplo, energía solar.
El proyecto nació en 2014, cuando un consorcio de diez empresas, instituciones de investigación y organismos licitaron al programa Horizonte 2020, que financia proyectos de investigación e innovación de diversas áreas, y que cuenta con unas condiciones preestablecidas para los proyectos: 20% de eficiencia energética, 20% energías renovables, 20% de reducción de emisiones CO2.
Antecedentes
Los ‘padres’ de este proyecto habían realizado anteriormente la prueba piloto del Ground Med, donde se hizo una experimentación para optimizar la instalación de geotermia de alta temperatura. En este caso, se monotorizó la eficiencia energética, que mostró unos datos «bastante altos», tal y como recuerda Aniol Esquerra, quien ahora es el coordinador del proyecto TESSe2b.
Finalmente, el proyecto TESSe2b fue aprobado y dispone de una duración de cuatro años con la financiación del programa H2020. En cuanto al presupuesto, éste alcanza los 4 millones de euros, impulsado por instituciones de investigación, empresas y organismos de 10 países europeos. Entre estos, se encuentra la asociación Ecoserveis, encargada de coordinar la acción en España.
El dilema al que se enfrentaban los creadores de este programa cuando comenzó el proyecto era el desajuste que existe entre energía y suministro en los edificios residenciales. Es el caso de las viviendas que disponen de energía solar. El problema llega cuando es necesaria la utilización de, por ejemplo, agua caliente, fuera de las horas donde el sol puede emitir energía. Para poder calentar el agua, en este caso, se tienen que acumular unos 300 litros, y calentarlos a una temperatura de unos 60º.
Más eficiencia energética, menos emisiones CO2
Para enfrentar este conflicto entre suministro y energía, los expertos de TESSe2b integran tanques compactos de almacenamiento de energía térmica con materiales de cambio de fase (PCM TES), junto con materiales de cambio de fase mejorados dentro de los intercambiadores de calor de pozo (BHE), y un sistema de control inteligente de autoaprendizaje de gestión de energía avanzada. En este sentido, el hecho de que no haya que subir la temperatura y de que el volumen sea inferior es «muy importante para los fabricantes», matiza Esquerra.
En España, la única prueba piloto del proyecto europeo TESSe2b se lleva a cabo en una casa rural que se sitúa en el municipio barcelonés de Calonge de Segarra, a unos cien kilómetros de Barcelona. Allí se ha desarrollado una tecnología modular de almacenamiento térmico de bajo coste, basada en colectores solares y bombas de calor geotérmico de alta eficiencia para la calefacción, refrigeración y producción de agua caliente en el hogar.
Las cifras las tienen claras desde el proyecto: la prueba piloto mostrará una eficiencia energética mínima del 30% y reducirá las emisiones de CO2 a la atmósfera un 30%, según las previsiones más pesimistas. Y es que al utilizar el sistema de almacenamiento de energía fuera de las horas en las que más demanda energética hay, el KWh es más económico.
La Casa del Mestre
El Ayuntamiento de Calonge de Segarra ha puesto a disposición del consorcio la casa para la realización de la demostración, así como recursos para hacer la rehabilitación energética del espacio y dejarlo listo para la prueba. Para llevar a cabo la demostración de este proyecto, la Diputación de Barcelona ha invertido 48.000 euros para la reforma de la casa, entre los que se han incluido la construcción de una sala para la maquinaria necesaria y las ventanas. Por otro lado, la inversión en materiales ha sido de 100.000 euros. Sin embargo, en este punto, Esquerra matiza que no serán las cifras reales que debería enfrentar un hogar que instalara el mismo material, sino que estos números elevados corresponden únicamente al proyecto piloto.
En concreto, comenta el coordinador del proyecto TESSe2b, de acuerdo con un estudio de mercado que realizaron, la solución tendría un precio que oscilaría entre los 6.000 y los 9.000 euros. Unas cifras que, además, se asociarían a una vivienda grande, que podría tener unos 150 metros cuadrados. Sin embargo, de acuerdo con el mencionado estudio, el periodo de retorno de la inversión sería siempre «inferior a los ocho años», asegura Esquerra.
Respecto a esta prueba piloto en Calogne de Segarra, la Casa del Mestre, el Consistorio será el encargado de abrir una convocatoria pública para alquilar el espacio como residencia familiar. Un arriendo que durará un período estimado de tres años, durante el cual se tendrá el objetivo de recoger datos detallados sobre el uso doméstico de la energía a través del sistema TESSe2b. Entre otros, se medirá la integración del sistema con la edificación, su impacto en diferentes climas y su viabilidad técnica y económica. Toda esta información estará a disposición de la ciudadanía europea cuando se hagan públicos los resultados del proyecto.
Tres zonas con climatologías diferentes
En esta casa rural, que se encuentra a unos cien kilómetros de Barcelona y cuya temperatura media oscila entre los 8º de mínima y los 24º de máxima, se ha desarrollado una tecnología modular de almacenamiento térmico de bajo coste, basada en colectores solares y bombas de calor geotérmico de alta eficiencia para la calefacción, refrigeración y producción de agua caliente en el hogar.
La Casa del Mestre fue inaugurada el pasado sábado, en un acto de puertas abiertas. No obstante, no se trata del único proyecto piloto que ya ha comenzado, ya que también estan activos los proyectos en Chipre y Austria. La distancia de las tres pruebas piloto no ha sido casualidad, ya que se ha buscado expresamente hacer el estudio en tres zonas de Europa que tengan unas condiciones climatólogicas diferentes.