Los hogares más eficientes de nuestro país se encuentran en la Comunidad Valenciana (6,61 puntos); Cataluña (6,57 puntos); y Cantabria (6,52 puntos). Así se desprende del undécimo Índice de Eficiencia Energética en el Hogar, que recientemente ha dado a conocer la Fundación Naturgy, y para cuya elaboración se realizaron 3.600 encuestas a nivel nacional. Entre las conclusiones de este estudio destaca que, aunque todavía se pueden optimizar, la puntuación de los hogares españoles ha mejorado ligeramente.
De hecho, se trata de la primera vez que este Índice experimenta una mejora desde 2011, algo que para la Fundación es «significativo», ya que indica un cambio de tendencia. Así, los hogares españoles tienen una nota media de 6,46 puntos, es decir, 1,1 puntos superior al estudio presentado un año antes. Pero si viajamos más atrás en el tiempo, concretamente a la primera edición de este estudio, en el año 2004, en los hogares españoles se aprecia un crecimiento del 5,73%. Un dato que indica que los ciudadanos, cada vez, son más conscientes de las medidas de ahorro y eficiencia.
Nueve CCAA mejoran su nota
Así, el Índice ha mejorado su nota en nueve de las 17 comunidades autónomas. Las que han experimentado la subida más significativa han sido el País Vasco, que mejora un 4,9%, hasta los 6,4 puntos; Extremadura, que aumenta un 3,8%, y ya tiene 6,49 puntos; y la Comunidad Valenciana, que con su 3,3% de mejora desde la última edición de este estudio, se ha situado a la cabeza del ranking.
En la parte baja del Índice se encuentran Canarias, con 6,01 puntos, Navarra y Asturias, con 6,23 puntos. Ello pese a que Canarias ha conseguido mejorar su puntuación desde 2016, en un 0,8%, y Navarra en un 0,5%. Asturias, en cambio, ha empeorado su nota un 0,8%.
En concreto, de los cuatro medidores que componen el estudio, sólo ‘Mantenimiento’ desciende, hasta los 5,74 puntos, lo que supone su peor dato en la historia del índice. En el lado opuesto, el subíndice de ‘Control’ se incrementa un 1,8% respecto a 2016; el de ‘Cultura’ mejora un 1,39% y el de ‘Equipamiento’ se optimiza un 1,11%.
Esta mejora nacional se ha debido a una serie de hábitos en los que se ha progresado. Por ejemplo, la mayoría de electrodomésticos de nuestro país ya es de clase A o superiores. Y es que el conocimiento sobre el etiquetaje ha mejorado. Por otro lado, el uso del programa corto en la lavadora ha progresado, así como la tendencia a que el lavavajillas elija automáticamente el programa de lavado, que también mejora la eficiencia.
Para el director general de la Fundación Naturgy, Martí Solà, «este observatorio se enmarca en las acciones de sensibilización de la Fundación, con las que se promueve el uso racional de los recursos energéticos y el fomento del desarrollo sostenible. Con esta nueva edición del estudio, se constata que la eficiencia y el ahorro energético están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana”.
Iluminación y tarifas
Respecto a la iluminación, casi el 40% de las bombillas que se utilizan en los hogares españoles es led, a continuación, el 34% es de bajo consumo, mientras que las inscandescentes, las bombillas menos eficientes del mercado, sólo se encuentran en el 9% de los hogares de nuestro país.
El informe destaca que los hogares que tienen contratada una tarifa de discriminación horaria han crecido un 27% desde el año 2016, cuando sólo el 11,1% de los hogares españoles contaba con un contrato de este tipo, mientras que en 2018 ya alcanzaba el 14,2%.
Respecto al subíndice de Cultura en eficiencia energética, desde la Fundación Naturgy, destacan que más de tres de cada cuatro encuestados saben que, ajustando a sus necesidades la tarifa y la potencia contratada, pueden pagar menos.
No obstante, no todo es positivo. Y es que desde la Fundación han observado que el número de equipos en ‘stand by’ en los hogares ha incrementado, al tiempo que ha descendido el número de hogares donde se apagan todos los equipos antes de salir del casa o de acostarse. También se ha notado un empeoramiento en los sistemas para la reducción de salida del aire en todas las ventanas de los hogares españoles, y, además, se ha incrementado el uso de electrodomésticos de mayor consumo de manera simultánea, así como el número de hogares que no dispone de termostato para regular la calefacción individual.
Potencial de ahorro
Pese al optimismo de la mayoría de los datos revisados hasta ahora, aún queda trabajo por hacer. En concreto, la Fundación Naturgy ha percibido que los hogares españoles podrían reducir un 27,4% sus facturas energéticas si aplicaran mejoras en sus hábitos y equipamientos. Ello supondría un ahorro de 4.352 millones a los hogares españoles en sus facturas al año, una cifra que representa el 0,4% del PIB español de 2017.
En términos energéticos, según se desprende del informe, se podrían ahorrar casi 50.000 GW/h, es decir, el 18% de la demanda eléctrica total de nuestro país en 2017. Un ahorro que evitaría emitir a la atmósfera 14,7 millones de toneladas de CO2, las mismas emisiones que realiza el 21% del parque móvil de nuestro país.
En concreto, del Índice de Eficiencia Energética 2018 se desprende que los hogares españoles tienen un mayor potencial de ahorro energético en equipamiento (43,3%) y en calefacción (25,3%).
Radiografía del hogar eficiente
Del estudio de la Fundación Naturgy también se puede perfilar una radiografía del hogar eficiente. Este perfil se corresponde con una familia de nivel económico medio-alto, donde el responsable del hogar es un hombre o mujer, o incluso ambos, con una edad que sobrepasa los 50 años, y cuya vivienda se encuentra en un municipio de entre 10.000 y 100.000 habitantes.
Por otro lado, se ha constatado que las familias identificadas en un entorno de vulnerabilidad energética tienen valores menores en todos los subíndices de eficiencia energética respecto a la media.