Bodegas Robles ha anunciado la puesta en marcha de una instalación fotovoltaica de autoconsumo que le permitirá generar desde finales de este mismo año una potencia de 20 KW, lo que supone el 83% de la energía que consume, aproximadamente. Esta cifra evitará la emisión de 10.100 kilogramos de CO2 a la atmósfera al año, equivalente a la plantación de 208,14 nuevos árboles.
La firma bodeguera justifica su decisión en un comunicado, donde explican que en los últimos años cada vez resulta «más evidente» los efectos que el cambio climático causa en los cultivos de la vid y en la uva, como vendimias cada vez más adelantadas, pérdida de floraciones, picos de temperaturas altas y bajas, periodos de sequía más largos rotos por lluvias torrenciales; el estrés por temperatura de las plantas; riesgos de plagas y enfermedades que hasta ahora no se daban.
Reacción en el sector
Según Bodegas Robles, esta situación ha generado una reacción en algunas empresas del sector. Para ello, están aplicando principios de sostenibilidad y eficiencia energética. En 2009, Bodegas Robles asumió el compromiso de calcular su huella de carbono y de reducirla cada año adoptando distintas medidas. Ese año, FHA Consultores y Det Norske Veritas (DNV) determinaron el total de las emisiones de Gases Efecto Invernadero generadas en cada una de las fases de producción, elaboración y comercialización.
«Nuestro compromiso consiste en reducir cada año las emisiones de CO2 por botella en todo su alcance, desde la viña al transporte final, para lo que trabajamos conjuntamente con CO2 Consulting», explica la firma.