La Comunidad de Madrid produce un 0,45% de la energía total del país, de la que un 5% es energía renovable. Esto implica que un 0,022% de la energía consumida es renovable pese al potencial fotovoltaico de la región. Así, para impulsar el uso de energías primarias, el Ayuntamiento de Móstoles aprobó la semana pasada fomentar el autoconsumo y promover el uso energético de las cubiertas de edificios en la ciudad.
Esta medida nace con la vocación de garantizar las condiciones jurídicas, económicas, ambientales y sociales para promover la producción energética en instalaciones públicas y urbanizaciones residenciales, utilizando la superficie de la cubierta de estas edificaciones y creando microrredes entre las mismas de tal forma que puedan autoabastecerse energéticamente.
Con este impulso al autoconsumo se pretende conseguir un mayor ahorro para las familias. El objetivo es que las instalaciones fotovoltaicas sean amortizadas en ocho años, y su vida útil alcance, al menos, los 20 años, de modo que durante 12 años la factura energética sea mínima y produzca un incremento de la renta familiar del 5%.
Fin a la pobreza energética
Por otro lado, el Consistorio mostoleño pretende, con esta medida, poner fin a la pobreza energética, puesto que según el Ayuntamiento «siendo las viviendas propietarias de su energía aseguramos su acceso a la misma»; además, se busca activar el empleo en un sector que, según el Ayuntamiento, está catalogado como el de mayor potencial de crecimiento en los próximos años por la UE.
Por otro lado, estas medidas buscan democratizar el acceso a la energía, haciendo a los hogares autosuficientes y eliminar la dependencia energética eléctrica de nuestra región «aprovechando un recurso del que disponemos en abundancia».
Según el concejal de Medio Ambiente, Miguel Ángel Ortega, «fomentar el autoconsumo es parte de la lucha contra la pobreza energética, garantiza el acceso a la energía y promueve el ahorro de las familias al hacer a los hogares autosuficientes energéticamente».