Johnson Controls presentó la semana pasada su Indicador de Eficiencia Energética (EEI) correspondiente a 2018. La encuesta, realizada a unos 2.000 ejecutivos de gestión de instalaciones y energía de 20 países entre los que se encuentra España, revela que el 57% de las organizaciones en Estados Unidos, y el 59% de las organizaciones mundiales, planea aumentar la inversión en eficiencia energética en el próximo año.
De acuerdo con el indicador de la firma, en la última década, las medidas tradicionales de eficiencia energética, como las mejoras de los equipos HVAC y las mejoras de iluminación, se han convertido en una apuesta para muchas organizaciones. Actualmente, las empresas identifican la reducción de la huella de gases de efecto invernadero, el ahorro de costes de energía, la seguridad energética impulsan la inversión en edificios ecológicos, de energía de energía casi nula.
Por otro lado, la mejora en el control de los edificios fue citada como la inversión más popular para los próximos doce meses entre las empresas estadounidenses. En concreto, el 68% de las entidades encuestadas planea implementar esta medida.
Aprovechar la eficiencia energética
«Las organizaciones están más interesadas que nunca en aprovechar la eficiencia energética, el almacenamiento de energía y las tecnologías de generación distribuida para ofrecer edificios más inteligentes, más seguros y más sostenibles», explicó el vicepresidente de Sostenibilidad Global de Johnson Controls, Clay Nesler.
La encuesta ha observado aumento significativo respecto a los objetivos de energía casi nula. El 61% de las firmas norteamericanas ve muy probable tener unas instalaciones cuyo consumo energético sea casi nulo en la próxima década, un 14% más que el año pasado.
Respecto a los incidentes climáticos, cada vez más agresivos en todo el mundo, han arrojado un creciente enfoque en resistencia y seguridad energética. De hecho, un tercio de las empresas de EEUU mundiales (concretamente, el 32% y 33%, respectivamente) considera que la capacidad de mantener operaciones críticas durante eventos climáticos severos o cortes de energía prolongados es extremadamente importante a la hora de anticipar inversiones en energía e infraestructura. Así, la mitad de las organizaciones estadounidenses y mundiales (54 por ciento y 50 por ciento, respectivamente) considera muy probable que en la próxima década tengan instalaciones operando fuera de la red, lo que representa un aumento del 10% en EEUU, con respecto al mismo asunto abordado el pasado año. A nivel mundial, los planes para invertir en generación de energía distribuida, almacenamiento de energía eléctrica y renovables también han aumentado.