El pasado 2 de noviembre el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto sobre las restricciones en la utilización de sustancias consideradas peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos. El objetivo de la norma es garantizar el cuidado del medio ambiente y la seguridad de los usuarios.
El Gobierno quiere cambiar al mercado a una economía circular en la que se reutilice los aparatos eléctricos y electrónicos, al tiempo que facilita las operaciones del mercado secundario que afecte a la sustitución de recambio, la actualización de funciones o la mejora de la capacidad.
Mantener el ciclo productivo
Esta medida afectará a mantener el ciclo productivo y el consumo sea más largo en determinados dispositivos, de manera que se reducirá el volumen de residuos provenientes de estos aparatos eléctricos y electrónicos, al tiempo que se asegura el correcto mantenimiento de los niveles de protección ambiental, de salud y de protección de los consumidores en el espacio europeo.
Asimismo, el Real Decreto recoge otras modificaciones que garantizan la eliminación de determinados productos, como los tubos que contengan plomo, la maquinaria móvil no de carretera con fuente de alimentación externa.
También aborda las exenciones al uso de determinadas sustancias en aplicaciones específicas, transponiendo así un conjunto de ocho directivas delegadas, como serían: el cambio en LED de conversión de color, plomo en ciertos componentes eléctricos y electrónicos, plomo en pasta de soldadura para condensadores cerámicos y en pastas de soldadura de alta temperatura de fusión y plomo para elementos de cerametal en potenciómetros de ajuste.