La cooperativa valenciana AeioLuz comenzó ayer una serie de cursos en Alzira de «Economía doméstica sostenible» para usuarios que se encuentren en situación de vulnerabilidad energética. Se trata de una acción contemplada dentro del convenio firmado entre el Ayuntamiento de Alzira y la cooperativa para llevar a cabo el Plan de Pobreza Energética de la localidad, y gracias al cual los vecinos podrán ahorrar una media de 150 euros al año.
La formación consiste en doce talleres a los que podrán asistir los vecinos de Alzira y en los que se ofrecerán contenidos basados en la generación de hábitos de uso responsables, eficientes y sostenibles de los recursos básicos de una familia o unidad de convivencia. Además, recibirán la formación para conocer al detalle los criterios de facturación de los suministros básicos, para llevarlos a la mayor eficiencia posible.
Atención personalizada
El convenio recoge también la celebración de una serie de talleres participativos donde los usuarios aprenderán a hacer un uso responsable de los recursos energéticos a través de un uso eficiente, la aplicación de micro-medidas de eficiencia en su hogar y ajustes en la contratación de los mismos para reducir al máximo los pagos sin reducir el confort.
Los asistentes podrán pedir una cita para recibir una atención personalizada, de unos 40 minutos, durante los que se proporcionarán a cada usuario las herramientas para mejorar su uso energético y de suministros mediante la generación de hábitos para la sostenibilidad, a la vez que se explicarán los cambios contractuales necesarios, y cómo llevarlos a cabo con éxito para reducir al máximo el uso energético de cada hogar.
Aeioluz también llevará a cabo un acompañamiento administrativo para la conversión de los posibles ahorros encontrados en un ahorro real para cada usuario atendido.
Defensa de derechos
A través del convenio, la cooperativa realizó en el Ayuntamiento de Alzira una formación específica para los técnicos municipales, donde se instruyó a los técnicos sobre la metodología a llevar a cabo, para que la pudieran reproducir o acompañar durante la aplicación del programa.
Al final de la formación, los técnicos que habían participado eran capaces de valorar de forma sencilla, las acciones a llevar a cabo, tanto en eficiencia como en contratación, para que los usuarios hagan un uso responsable de los suministros y a la vez sean capaces de defender sus derechos frentes a las compañías suministradoras.