Los socios del proyecto ProSumE -cuyo objetivo es definir una hoja de ruta de servicios para quienes quieran producir y consumir energía fotovoltaica en Valencia- dieron a conocer esta semana en Las Naves los resultados sobre el potencial de Valencia, así como las trabas y posibilidades legales para el autoconsumo energético con placas fotovoltaicas. Los resultados lanzaron expectativas positivas: se abastecería a un tercio del consumo de las viviendas, se crearían 16.000 empleos y se evitaría la emisión de 250.000 toneladas de CO2.
Los resultados del trabajo técnico realizado por el IEE son resultado del estudio de las cubiertas idóneas y los niveles de radiación solar en la ciudad. Según estos datos, la instalación de placas fotovoltaicas podrían cubrir en estos momentos un tercio del consumo eléctrico de las viviendas de la ciudad, lo que eliminaría alrededor de 250.000 toneladas de CO2, que equivale a las emisiones del trafico en la ciudad.
Los aspectos legales y administrativos del autoconsumo fueron analizados por el estudio IUDESCOOP. Una de las conclusiones de dicho estudio destacó que en una comunidad de vecinos, si un propietario tiene el apoyo de un tercio del resto de propietarios, se puede llevar a cabo la instalación de placas fotovoltaicas.
Por su parte, AVAESEN se hizo cargo del estudio socio económico y concluyeron que el impulso de la energía fotovoltaica en Valencia podría crear, de forma estimada, 16.000 puestos de trabajo en los próximos años. También concluyó que “los modelos de negocio del prosumidor público debe tener en cuenta que en Valencia, el 23% de la población padece pobreza energética y un 15% está en riesgo de sufrirla, e incidir en ese grupo de población”.
Después de los resultados presentados, según un comunicado emitido por el Ayuntamiento de Valencia, «se puede asegurar que las barreras al desarrollo de producción descentralizada de energía fotovoltaica en la ciudad son administrativas y sociales, no técnicas». Y es que, según destaca el Consistorio, muchas personas todavía no disponen de la información necesaria y real de los beneficios del autoconsumo energético, tanto para su propia economía como para el medioambiente.
El proyecto ProSumE ha sido impulsado por el centro de innovación Las Naves y la fundación València Clima i Energia, y financiado por el EIT Climate-KIC, y fue presentado por los diferentes socios que participaron: el Instituto de Ingeniería Energética (IIE) de la Universitat Politécnica de València, el Instituto Universitario de Investigación en Economía Social, Cooperativismo y Emprendimiento (IUDESCOOP) de la Universitat de València y AVAESEN.