El complejo medioambiental de Valsequillo (Málaga), que cuenta con una planta que aprovecha del biogás generado por la descomposición de las basuras, consiguió durante el pasado ejercicio producir energía eléctrica para abastecer a 1.400 hogares.
El vertedero de Valsequillo tiene como objetivo, además de producir energía eléctrica de una fuente renovable, cumplir con las normas europeas sobre emisión de gases en vertederos controlados de residuos sólidos urbanos. Respecto al primero de los objetivos, los datos son netos: en 2017 consiguió producir energía eléctrica para abastece a un total de 1.400 hogares, gracias a la obtención de 7.110.323 metros cúbicos de biogás, cantidad que generó 13.685.000 kW/h.
Además, el vertedero clausurado de Casarabonela también dispone de una instalación para controlar las emisiones de GEIs, que trató 624.618 metros cúbicos normalizados de biogás en 2017.
«Menos contaminante»
En una nota emitida por el Consorcio, el diputado de Sostenibilidad y presidente del Consorcio Provincial de RSU de Málaga, Francisco Delgado Bonilla, explica que este proceso de desgasificación «reduce notablemente las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que, aunque se emite a la atmósfera CO2, éste es 23 veces menos contaminante que el metano que se desprende al aire libre por la descomposición de las basuras».
Los resultados obtenidos arrojan que, en un año, las emisiones se redujrton de 131.723 toneladas de CO2 en 2015 a 121.195 toneladas de CO2 en 2016, lo que supone un 8% menos. Aquí se incluyen tanto emisiones directas (producidas por los vehículos, la maquinaria y las actividades de tratamiento de la basura) como indirectas (por consumo eléctrico).
Actualmente, El Consorcio Provincial de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) de Málaga está a la espera de la auditoría para el cálculo de la huella de carbono correspondiente a 2017.