La instalación de calefacción centralizada ‘Universidad de Valladolid’ es la red de calor pública con biomasa más importante de España. Este verano se ha ampliado para abastecer de calefacción y el agua caliente sanitaria (A.C.S) al Hospital Clínico de Valladolid. Pero no será la única ampliación, está previsto que antes de que finalice 2018 abastezca también a tres edificios de la Universidad.
Valladolid lo tiene claro y apuesta por la biomasa. En verano comenzaron los trabajos de ampliación de la instalación de calefacción centralizada ‘Universidad de Valladolid’, con el objetivo de suministrar energía antes de que acabe el año. Y antes de enero debería abastecer otros tres edificios de la Universidad: el Palacio de Congresos Conde Ansúrez, la Biblioteca Reina Sofía y la Casa del Estudiante. De este modo, más de una treintena de edificios vallisoletanos ahorrarán energía gracias a este sistema de biomasa.
«Referente de institución pública sostenible»
El origen de este sistema se encuentra en el deseo de la Universidad vallisoletana de convertirse en un “referente nacional e internacional de institución pública sostenible, a través de la mejora de la gestión y la eficiencia energética de sus instalaciones, y la implantación de tecnologías que empleen energías renovables”.
De hecho, el ejemplo más representativo es la utilización de biomasa por parte de la institución. A través de una red de calor urbana esta instalación permite una reducción de emisiones a la atmósfera y fomenta el desarrollo de sectores productivos, sociales y ambientales fundamentales de la región.
Cuando los 31 edificios estén conectados, las cifras de la red serán netas: una potencia de 19 MW, una longitud de Red de 12,1 km; un consumo de astilla de 13.800 Tm/año. Y la reducción de 11.900 Tm/año de CO2. Se espera que el calor suministrado alcance los 40.000.000 Kw/h anuales con la ampliación. El combustible utilizado es astilla de madera, con un rango de granulometría de G50 a G100 y con humedad entre el 20% y el 40%.
Cuatro calderas
La planta se encuentra ubicada en el extremo norte del Campus Miguel Delibes de la Universidad de Valladolid, en una parcela anexa al edificio Lanzadera Universitaria de Centros de Investigación Aplicada (LUCIA). Esta edificación contaba con tres calderas de parrilla fija antes de la ampliación, que sumaban una potencia de 14,1MW. Tras la ampliación, ya ejecutada, hay cuatro calderas, de hecho se disponía del espacio para albergar la nueva caldera de biomasa con tecnología de parrilla móvil de 5MW. El suministro de calor actual de duplicará cuando se termine la red de conexión.
En la actualidad, la instalación consume anualmente unas 7.600 toneladas de astilla forestal. En sus primeros años de funcionamiento, las emisiones de dióxido de carbono evitadas a la atmósfera han sido de 6.800 toneladas anuales.
La inversión inicial de la red fue de 5,1 millones que ahora se ha visto incrementada en 1,2 millones por las obras de cuarta caldera y ampliación de la red de conexiones. Esta ampliación implicará un ahorro medio anual superior al 5% de la factura energética del centro sanitario.
La red de canalizaciones de distribución de agua caliente, que había quedado dimensionada hidráulicamente para poder ampliar el servicio de suministro de energía a nuevos edificios, se extenderá desde el Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM) para interconectar con la red de calor en primer lugar la sala de calderas del hospital Clínico Universitario y en una segunda fase las salas de calderas de los tres edificios de la UVA, donde se montará una nueva subestación de intercambio térmico.
Consumo
La energía térmica demandada por el Hospital Clínico Universitario es de 12.300.000 kW/h útiles anuales, de los que se prevé atender el 90% desde la red de calor con biomasa. Respecto a las puntas de potencia demandada por el edificio, la diferencia hasta complementar el 100% serán cubiertas con las actuales calderas de gas natural.
El consumo previsto de astilla para la conexión del Hospital Clínico Universitario es de 4.400 toneladas astilla al año. En cuanto a la reducción de emisiones de CO2, las previsiones apuntan a que, una vez realizada la conexión a la red de calor del Hospital Clínico Universitario, el ahorro sea de 2.940 toneladas CO2/año.