La iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, situada en los Pirineos, ha visto renovada su iluminación, quien contaba con lámparas halógenas de 500W. Ahora, la luminaria que se acaba de instalar ha reducido el consumo de energía de 9000W, según el antiguo esquema de halógenos, a 600W. En concreto, los techos de la iglesia se han iluminado con luces blancas frías de 6500K y el altar, ornamentación y obras de arte con luces blancas cálidas de 3000K. Este proyecto de iluminación que incorpora controles Casambi, una de las marcas distribuidas por Olfer, ha ganado el Premio al Mérito de Iluminación de la Sociedad de Ingeniería para la Iluminación (IES).
La nueva iluminación se puede controlar completamente de forma inalámbrica desde un teléfono inteligente o tableta. Casambi se basa en tecnología Bluetooth de baja energía (BLE), por lo que es compatible con prácticamente todos los teléfonos inteligentes, tabletas e incluso relojes inteligentes. Con la aplicación Casambi instalada en un dispositivo iOS o Android es posible comunicarse directamente con luminarias y reguladores sin necesidad de un dispositivo de puerta de enlace (pasarela) o una red Wi-Fi. Las luminarias forman una red de malla, que se auto-organiza y se protege, creando un sistema robusto pero flexible.
El consultor de iluminación independiente Octavio Pérez, quien desarrolló el nuevo diseño de iluminación explica que este sistema ofrece numerosas opciones de iluminación. «Tienen diferentes escenas pre-programadas» que se pueden cambiar desde el teléfono o el interruptor inalámbrico.
100% inalámbrico
Este sistema de iluminación ofrece también la posibilidad de utilizar una interfaz gráfica. «Cargan una imagen de la iglesia, colocan círculos en diferentes áreas de la foto y de esta forma pueden regular la iluminación de cada área simplemente tocando un círculo en una imagen», explica Pérez.
Casambi es 100% inalámbrico, por lo que la instalación se llevó a cabo sin necesidad de agregar cableado o afectar la estructura del edificio. Habría sido «imposible» sin controles inalámbricos como Casambi, explica Pérez. «En los edificios históricos es muy difícil hacer nuevas instalaciones porque normalmente no se les permite instalar cables nuevos» por lo que decidió utilizar «un módulo Casambi para cada punto de luz asegurándome así de que no se necesitara ningún cable nuevo», matiza el consultor.