Telefónica ha conseguido la medalla de oro en el ranking EcoAct, con una puntuación del 86%. Este estudio, que analiza la medición, el reporting y la verificación de datos ambientales; la integración de la estrategia y la gobernanza de sostenibilidad; los objetivos y la reducción de emisiones de GEI, y la colaboración y la innovación sostenible, ha valorado «positivamente» el trabajo de la firma para hacer frente a los retos medioambientales. De hecho, El 100% del consumo de electricidad de la multinacional en España es ya renovable. Gracias a ello, desde 2015 las emisiones de CO2 se han reducido un 81%.
La compañía avanza, en este sentido, dentro y fuera de nuestras fronteras. Gracias al Plan de Energía Renovable de Telefónica, el 47% de su consumo eléctrico a nivel mundial procede de fuentes renovables, lo que equivale al consumo medio anual de más de 763.000 hogares y evita a la atmósfera 770.026 toneladas de CO2. No obstante, la firma pretende alcanzar el 100% en 2030.
Innovación sostenible como elemento diferencial
Telefónica calcula que su programa reportará al grupo un ahorro potencial del 6% en la factura de energía en 2020, que podría aumentar hasta el 26% en 2030, y evitar así que lleguen a la atmósfera cada año alrededor de 1,5 millones de toneladas de CO2 en 2030.
Todo ello le ha valido el reconocimiento del informe, que ha subrayado los «esfuerzos de Telefónica por impulsar la Innovación sostenible como elemento diferencial» y afirma que la compañía “lidera la transición hacia una economía circular, tomando como eje primordial la innovación sostenible y la optimización del uso de sus recursos en toda la cadena de valor”.
El informe destaca también la apuesta de Telefónica por la digitalización, desarrollando servicios EcoSmart como el Internet de las Cosas (IoT) o Big Data, a través de los cuales se reducen las emisiones de carbono de otros sectores y se aumenta la resiliencia de las comunidades donde operan
La descarbonización, posible y rentable
Los resultados del estudio de 2018 han mostrado que algunas compañías pioneras lideran la senda hacia un futuro bajo en carbono. Con ello, demuestran que un negocio sostenible es también un buen negocio. Según EcoAct, “el índice bursátil español se encuentra cada vez mejor preparado para enfrentarse a un clima variable y a sus efectos tanto en sus operaciones como en sus cadenas de suministro”. «Gestionar las operaciones manera sostenible no sólo reduce costes, mejora el desempeño y fortalece la reputación, sino que también posiciona a la compañía por delante de una próxima legislación ambiental y un reporte obligatorio», matiza. De este modo, «la descarbonización es posible y, lo que es más importante, rentable”, concluye el informe.