Después de tres años, mañana, 26 de septiembre, se aplicará el tercer y último escalón de la nueva Directiva Europea Ecodesign (ErP). Así, se impedirá la obtención del marcado CE y la introducción en los mercados para su venta, de equipos que no cumplan con los requisitos de diseño ecológico y marcado de eficiencia de los productos que consumen energía en relación a las emisiones máximas de NOx, el nivel máximo de pérdidas térmicas en los depósitos de a.c.s. y el nivel de ruido para bombas de calor de climatización, bombas de calor de A.C.S., termos eléctricos, calderas eléctricas y de cogeneración.
Así lo recordaba en un comunicado Junkers, marca de la división Bosch Termotecnia perteneciente al Grupo Bosch. La firma explicaba que la Directiva Ecodesign (ErP) está motivada para reducir el impacto medioambiental de estas instalaciones, pues las emisiones de NOx contribuyen a la formación de ozono en las capas bajas de la atmósfera, a la creación de la niebla fotoquímica y al efecto invernadero.
La culminación de este proceso legislativo afectará a calentadores de agua a gas, calderas y acumuladores de gas, bombas de calor de gas, calderas de combustibles líquidos y calderas y bombas de calor de gasoil, impidiendo obtener el marcado CE, y por lo tanto ponerse en el mercado, a los aparatos que no cumplan con los niveles mínimos de eficiencia y máximos de emisiones de NOx.
Desde Junkers celebraron su adelanto a la normativa , al presentar la nueva gama Hydronext de calentadores estancos y de bajas emisiones NOx, compuesta por 3 modelos, Hydronext 5600 S, Hydronext 5700 S e Hydronext 6700i S.
«Punto y Final» a un año «decisivo»
La compañía destacó que la aplicación de estas normativas será el «punto y final» a un año «decisivo» en materia de legislación, tras el fin de la moratoria de cinco años que marcó la disposición transitoria al Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE), y que tuvo lugar el pasado 14 de abril.
Este reglamento prohíbe la instalación de calentadores de agua a gas de cámara abierta, cuya motivación principal era la seguridad, ya que la cámara estanca donde se produce la combustión interna es una cámara sellada, por lo que no permite que ningún gas procedente de la combustión pueda revertir hacia el local donde se encuentra instalado. Además, no necesita ningún tipo de ventilación, por lo que puede ser instalado con completa seguridad en cualquier estancia.