La Consejería de Economía e Infraestructuras de la Junta de Extremadura tramitará un decreto de ayudas para incentivar la fabricación de biocombustibles sólidos y carbón vegetal en la región, para dinamizar la actividad económica en el medio rural. Se invertirán 12,5 millones de euros procedentes de los Fondos Europeos Agrarios de Desarrollo Rural, FEADER, en el marco del programa de Desarrollo Rural de Extremadura 2014-2020, cuyo objetivo de gasto ha dado luz verde la Comisión Europea.
La acción va dirigida al fomento de actividades destinadas a la fabricación de biocombustibles sólidos a partir de biomasa forestal y de residuos agrícolas, tales como los pellets y el carbón vegetal. Los beneficiarios serán las pequeñas empresas y microempresas de las zonas rurales.
Desde la Junta de Extremadura resaltaron la singularidad de esta medida, pues es la primera vez que este organismo europeo decide aprobar la financiación de una subvención destinada a la fabricación de biomasa sólida. Sin embargo, para una región como Extremadura resulta “fundamental”, indicó la consejera de Economía e Infraestructuras, Olga García.
Extremadura es predominantemente agrícola y con un gran potencial de biomasa, añadió la consejera, quien estima el importante número de cultivos agrícolas de arroz, tomate, frutales, olivo, viña, hortícola y tabaco; y la extensa producción de biomasa forestal residual de montes y dehesa.
Producto desaprovechado
“Sin embargo, el 91% de ese potencial no es aprovechado y ello a pesar de ser un producto cada vez más utilizado tanto como combustible para calderas en el hogar como en la generación de energía renovable”, lamenta García.
Las pymes y micropymes de las zonas rurales extremeñas podrán acogerse a una ayuda del 30% de la inversión subvencionable, con un máximo de 2.000.000 euros por establecimiento industrial, tanto si comienzan la producción como si transforman su actividad a la producción de biocombustibles sólidos, hasta el 31 de diciembre de 2020.
La Junta de Extremadura espera contribuir al crecimiento del sector en el campo de la generación y del abastecimiento de biomasa, que, en opinión de la consejera Olga García, se está erigiendo “en uno de los sectores que más empleo puede generar y sin obviar que su desarrollo contribuye a la protección del medio ambiente, dado los bajos niveles de contaminación que presenta”.