La Junta de Andalucía aspira a superar las marcas europeas de consumo de energías renovables. En concreto, si nuestros socios europeos han marcado que en 2020 las energías renovables alcance el 20%, Andalucía pretende alcanzar el 25% del consumo final bruto de energía en la misma fecha.
«Una posición privilegiada, dada la evidente riqueza energética con la que contamos a partir de nuestros recursos naturales”, ese fue el argumento del consejero de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía, Javier Carnero, para defender sus aspiraciones de superar en un 5% la marca establecida por la Unión Europea de consumo de Energías Renovables .
Por lo que respecta a la biomasa, el consejero se refirió a su “amplísimo abanico de posibilidades”, que abarcarían desde el ámbito doméstico -como su uso para estufas- hasta su empleo como recurso en calderas, hornos y secaderos industriales: “El potencial de biomasa detectado, que se concentra básicamente en zonas rurales, supone alrededor de un 22% del consumo de energía primaria en Andalucía, y eso constituye sin duda una excelente oportunidad de crecimiento y de cohesión territorial, con importantes nichos de empleo verde”, sentenció el consejero durante su intervención en la comisión parlamentaria de Empleo, Empresa y Comercio, que tuvo lugar el pasado viernes.
Aprovechamiento de biomasa
Carnero recordó durante su discurso que Andalucía, con el 35% del total nacional de potencia instalada, es la región española con mayor potencia eléctrica instalada para el aprovechamiento de biomasa, contando con dieciocho plantas de biomasa sólida que suman más de 257 MW, y otras diecinueve de biogás, con más de 30 MW. “Es la fuente renovable que cuantitativamente más aporta al desarrollo energético sostenible de Andalucía, con más de 39% del consumo total de energía renovable”, afirmó.
La Junta de Andalucía ha impulsado “un enfoque innovador en su aprovechamiento”, como lo denominó Carnero, respaldando proyectos tanto en el desarrollo de la cadena de la biomasa como en su uso final como biocombustible. Así, defendió el respaldo de la Junta al sello de calidad que impulsó el propio sector para garantizar un producto «con las más altas dosis de excelencia, que permitirá tomar la decisión al ciudadano con la máxima información”, manifestó el consejero.
Retos y oportunidades
Carnero quiso recordar también que a través de la Agencia Andaluza de la Energía se han mantenido las líneas de incentivos para impulsar el mercado de la biomasa, si bien no eludió que “a pesar de los avances y de nuestra posición de liderazgo, son muchos los retos y oportunidades que presenta el sector”.
Así, el máximo responsable de Empleo, Empresa y Comercio se refirió al desarrollo de futuras actuaciones para las que la Junta está «recabando apoyo financiero europeo», y que, explicó, apuestan por un modelo vinculado en este caso al desarrollo de la biomasa, que permita a los ciudadanos “contar con una energía limpia y accesible, y que preserve la tradición del uso doméstico de combustibles naturales, aporte valor a los subproductos agrícolas y sea compatible con el derecho de las personas a vivir en un medio ambiente equilibrado, sostenible y saludable”.
Para concluir, el consejero andaluz celebró que “entre 2005 y 2016 el uso de fuentes renovables en Andalucía se ha incrementado un 240%, mientras que con respecto a las fuentes fósiles ha habido una reducción en su consumo del 26%”.