El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que este año se pondrán en marcha dos fachadas fotovoltaicas, en la medianera del puente de Marina y en la de los jardines de Josep Goday i Casals, que incrementarán en un 30% la energía generada por las diez que ya funcionan en la ciudad. Además, se están desarrollando tres proyectos nuevos en diversos espacios.
En total, la ciudad dispone de doce pérgolas en el espacio público y unos sesenta edificios municipales con placas fotovoltaicas que generan 1.832 kWp, el equivalente al consumo de un millar de hogares, y ahorran más de 800.000 kilogramos de emisiones de CO2.
La energía generada se aprovecha para alimentar el autoconsumo de los mismos edificios o de servicios próximos a la instalación, como el alumbrado público, los equipamientos municipales, el riego de espacios verdes o el calentamiento de agua.