Controlar los niveles de gas en los sistemas de agua de alimentación de plantas de energía y calderas es fundamental para su correcto funcionamiento. Por ello, 3M ha desarrollado los contactores de membrana Liqui-Cel, una solución más económica y compacta que las tradicionales tecnologías utilizadas para extraer sustancias corrosivas de las calderas.
La importancia de una correcta extracción del CO2 y el oxígeno del agua radica en que ambos gases resultan altamente corrosivos y tienen un impacto muy negativo en el rendimiento de la caldera, corroyendo los metales que toman contacto con el agua de alimentación.
Eficaz, económico y compacto
Los contactores de membrana resultan muy atractivos para muchas industrias que utilizan calderas para generar energía. Su superficie es 10 veces mayor comparada con las torres de vacío y sistemas de tiro forzado, aunque su tamaño pequeño y compacto permite que se puedan instalar en interiores con el consiguiente ahorro de costes al estar cerca de la caldera y requerir menos tuberías. El control de la corrosión no solo protegerá las calderas de las plantas, sino también todas las tuberías y el resto de los equipos.
Otros aspectos técnicos destacables son que los contactores de membrana pueden funcionar en línea y bajo presión: debido a que aún hay presión positiva en la salida de un sistema de membrana, las bombas de represurización también se pueden aliviar. Con los contactores de membrana, se puede llegar fácilmente a una extracción de oxígeno de 1 ppb. (una torre de vacío común sólo alcanza 7 ppb.) y el CO2 disuelto también se puede extraer a 1 ppm (mucho más bajo que un desaireador de tiro forzado común).