«Ningún ciudadano debería quedarse atrás en la transición energética». Esta frase del comisario de Acción por el Clima y Energía, Miguel Árias Cañete, resume la filosofía del Observatorio Europeo de Pobreza Energética, EPOV por sus siglas en inglés, un proyecto y una plataforma online desarrollados por la Comisión Europea con el objetivo de afrontar esta lacra social que afecta a más de 50 millones de hogares sólo en el viejo continente.
Según la Asociación de Ciencias Ambientales, la pobreza energética es la incapacidad de un hogar de satisfacer una cantidad mínima de servicios de la energía para sus necesidades básicas, como mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud (entre 18ºC y 21ºC en invierno y 25ºC en verano, según los criterios de la Organización Mundial de la Salud).
Basándonos en esta definición, el 11% de los hogares españoles, es decir, 5,1 millones de ciudadanos, son incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada durante la estación fría.
Los elevados precios de la energía, los bajos ingresos en el hogar y la calidad insuficiente de las viviendas son los tres factores principales de los que depende la pobreza energética, según explica la Asociación de Ciencias Ambientales en su página web.
Conscientes de la gravedad alcanzada por esta problemática social, son muchas las instituciones públicas, privadas y sin ánimo de lucro que han tomado cartas en el asunto. La pobreza energética forma parte del programa electoral de muchos partidos políticos; grandes compañías del sector energético disponen de aulas de formación sobre ahorro y eficiencia energética en los hogares; entidades locales ponen a disposición de sus ciudadanos servicios públicos de asesoramiento y auditorías energéticas; instituciones de investigación han puesto en marcha numerosos proyectos para paliar la vulnerabilidad energética; las administraciones públicas de todos los ámbitos la han incluido sus estrategias para luchar contra el cambio climático.
Sin ir más lejos, y para que sirva como ejemplo, el Gobierno de Navarra presentó el pasado 26 de enero su Plan Energético 2030, una de las herramientas fundamentales de la Hoja de Ruta del Cambio Climático, cuyo objetivo es reducir un 45% las emisiones GEI en 2030. Entre las líneas maestras del PEN se encuentra paliar la pobreza energética, y qué mejor manera de conseguirlo que sensibilizando a la ciudadanía, ofreciendo formación, impulsando el uso de energías renovables y promulgando un modelo constructivo más eficiente y sostenible.
EPOV, Observatorio Europeo de la Pobreza Energética
En este marco, la Comisión Europea ha lanzado recientemente el Observatorio Europeo de Pobreza Energética (EPOV por sus siglas en inglés, EU Energy Poverty Observatory), una plataforma online que explora los indicadores que definen la pobreza energética en Europa, aportando datos fiables que muestran el alcance de este problema.
Entre otros objetivos, esta herramienta pretende informar a los ciudadanos sobre las diferentes medidas que existen para luchar contra la pobreza energética, así como promover entre las diferentes administraciones y sociedad civil la aplicación y puesta en marcha de esas medidas, difundir información y buenas prácticas, facilitar el intercambio de conocimientos entre los interesados y respaldar la toma de decisiones a nivel local, nacional y europeo, entre otros.
La plataforma online es el resultado de los primeros meses de trabajo de la iniciativa EPOV, un proyecto de 40 meses que comenzó en diciembre de 2016. Su principal misión es generar un cambio transformador en el conocimiento sobre la magnitud de la pobreza energética en Europa y las políticas y prácticas innovadoras para combatirla. La creación de un Observatorio de la pobreza energética forma parte de los esfuerzos políticos de la Comisión Europea para abordar la pobreza energética en los países de la UE.
El Observatorio ha sido desarrollado por un consorcio de 13 organizaciones, lideradas por la Universidad de Manchester, junto a la que trabajan otros centros universitarios, centros de investigación y empresas privadas. Además, EPOV recibe el apoyo de un consejo consultivo integrado por más de 70 agentes interesados líderes de toda Europa.
En la página web creada para este proyecto, ciudadanos, entidades públicas y privadas, centros educativos y organizaciones sin ánimo de lucro de todos los estados miembros podrán encontrar recursos aplicables a programas, iniciativas, estrategias y políticas contra la pobreza energética.
Estos recursos incluyen un tablero de indicadores, un repositorio de evidencias, un catálogo de políticas y medidas prácticas, material de capacitación, directorio de miembros y foros de discusión.
Indicadores y datos de la pobreza energética en Europa
Tal y como indican los responsables de EPOV, la pobreza energética es un concepto multidimensional que no es capturado fácilmente por un solo indicador. Por esa razón, el consorcio ha utilizado un conjunto de indicadores que deben ser vistos y analizados en combinación. De esta manera, se puede extraer una instantánea de los factores reales que influyen en la pobreza energética.
Los marcadores estudiados han sido los siguientes:
- Atrasos en las facturas de servicios energéticos: dificultades a la hora de pagar a tiempo las facturas energéticas en los últimos doce meses por dificultades financieras.
- Pobreza energética oculta (HEP): proporción de la población cuyo gasto energético absoluto es inferior a la mitad de la media nacional.
- Alta proporción del gasto de energía respecto a los ingresos: En este caso, se considera que el importe destinado a pagar las facturas energéticas es el doble al gasto medio nacional.
- Incapacidad para mantener el hogar en condiciones óptimas de confort térmico.
A partir de aquí, la plataforma presenta gráficos y mapas interactivos que proporcionan información sobre el alcance de la vulnerabilidad energética en cada uno de los estados miembros.
Políticas y medidas
Además de proporcionar una completa bibliografía de publicaciones e informes, el consorcio de EPOV sugiere una serie de políticas y medidas para abordar la pobreza energética, las cuales deben adaptarse a la situación específica de cada estado miembro en términos de clima, calidad de la vivienda, economía y estructura de los costes de la energía.
Las políticas y medidas que deben adoptar los estados miembros se pueden resumir en los siguientes puntos:
- Financiar la rehabilitación energética de los hogares, para que estos puedan llevar a cabo mejoras en las envolventes así como en las instalaciones de refrigeración y calefacción. También se incluyen en este apartado actuaciones para implantar energías renovables, transportes eficientes y electrodomésticos de bajo consumo energético.
- Ofrecer auditorías energéticas a familias vulnerables para proporcionar asesoramiento directo sobre cómo mejorar su situación específica. Estas medidas tienden a ser bastante exitosas para llegar a los hogares, porque a menudo se llevan a cabo en cooperación con otras organizaciones sociales, por ejemplo, trabajadores sociales o profesionales de la salud.
- La asistencia financiera para reducir las facturas de energía se puede dar de dos maneras. Las tarifas sociales reducen la factura de energía que tienen que pagar los hogares, mientras que el respaldo de la factura de energía proporciona asistencia financiera para pagar la factura de energía. Estas medidas son efectivas para reducir la carga de las facturas de energía de los hogares en el corto plazo, pero no brindan soluciones a largo plazo al problema.
- La protección de desconexión proporciona protección contra la desconexión de los hogares, a menudo en los meses más fríos durante el invierno. Lo más común es no permitir la desconexión por completo durante el invierno para ciertos hogares físicamente más vulnerables, como discapacitados y pensionistas.
- La información y la conciencia son medidas que indirectamente facilitan a los hogares a mejorar su situación brindando asesoramiento, información o educación.
- Apoyo social para que los hogares cubran gastos más generales, como los costes de vivienda o de energía.