Este mes de septiembre se cumple un año desde que la cadena de supermercados Lidl inaugurara en Alcalá de Henares una de sus plataformas logísticas más eficientes de Europa. Iluminación LED, energías renovables, refrigerantes alternativos y construcción sostenible, entre otras medidas, han permitido a esta instalación obtener las certificaciones BREEAM y VERDE.
Con una inversión total de más de 70 millones de euros, el proyecto consta de dos fases. La primera, ya en funcionamiento, cuenta con 45.000 metros cuadrados para almacenar 21.000 palets, a los que se sumarán 16.000 m2 más cuando culmine la segunda fase, que estará completada en 2018.
Tiendas más eficientes
Movidos por una actitud responsable con el medio ambiente, en los últimos años Lidl ha puesto en marcha una campaña encaminada a mejorar no sólo la calidad de su servicio sino la eficiencia energética de sus instalaciones y la sostenibilidad de su actividad. En este sentido, la cadena ha apostado por un nuevo concepto de supermercados de cuarta generación.
Es el caso de la nueva tienda que la compañía inauguró el año pasado en el madrileño municipio de Coslada, diseñado y construido bajo exigentes criterios de sostenibilidad. En las mismas fechas, y a pocos kilómetros de Coslada, abría sus puertas el décimo centro logístico de Lidl en España. La plataforma logística de Alcalá de Henares es considerada la más grande, sostenible y avanzada tecnológicamente de cuantas la cadena tiene en Europa.
Reducir las necesidades energéticas
La compañía se ha empeñado en lograr la máxima eficiencia energética y para ello ha tenido en cuenta todos los aspectos relacionados con la sostenibilidad a la hora de diseñar y construir sus nuevas plataformas logísticas.
Una de las medidas es la utilización de materiales de construcción que garanticen un aislamiento óptimo del edificio, de tal manera que se reducen significativamente las necesidades de calefacción y refrigeración en la fase de explotación de la plataforma.
Avanzado circuito de refrigeración
La refrigeración es uno de los principales elementos consumidores de energía en un centro logístico, lo cual no es de extrañar si tenemos en cuenta la gran cantidad de mercancía fresca que se recibe diariamente. El frío necesario para almacenar los productos de alimentación se genera mediante equipos de refrigeración que, en el caso de Lidl, utilizan refrigerantes alternativos como el CO2 y el NH3.
El uso de este tipo de fluidos reduce la emisiones de CO2 equivalentes hasta un 99% en comparación con otras sustancias sintéticas con alto potencial de calentamiento atmosférico.
Cofrico, la empresa encargada del proyecto de refrigeración y climatización, apostó por instalaciones totalmente configurables, diseñadas a partir de un exhaustivo estudio previo e incorporando los últimos sistemas de ahorro energético, siempre respetuosas con el medio ambiente y usando de forma exclusiva refrigerantes naturales. En ese sentido, ha contado con los sistemas Danfoss.
Para la plataforma de Alcalá, se ha diseñado un circuito de refrigeración en cascada que combina los beneficios del CO2 y del NH3. La refrigeración en cascada es una alternativa atractiva al sistema tradicional en espacios refrigerados que no son idóneos para sistemas de ciclo transcrítico de CO2.
En este circuito, el refrigerante NH3 es usado como fluido primario, con una potencia del circuito de 2.500 kW y condensación flotante de aire, y dos circuitos de fluido secundario, el primero de CO2 en media, baja temperatura y túneles, con una potencia de 2.000 kW, y el segundo de refrigerante MPG, con una potencia de 500 kW.
Asimismo, el circuito cuenta con variadores en todos los compresores, variadores en todas las bombas de circulación del fluido y variadores en todos los ventiladores de evaporadores y condensadores.
Climatización sostenible
En cuanto a la climatización, otro de los elementos que más energía consume, Lidl también ha apostado por refrigerantes naturales. Además de implantar equipos eficientes, la cadena ha optado por medidas que permitan optimizar al máximo el calor residual generado en el proceso de producción de frío. Para ello, la plataforma dispone de un programa informático que adecúa la calefacción en función del grado de ocupación del almacén.
Otra de las medidas para reducir el consumo energético de la climatización consiste en la zonificación, de tal manera que a cada área le ha sido asignada una temperatura idónea en función del tipo de producto almacenado. Para aprovechar las diferentes temperaturas de cada espacio, Lidl ha implantado un programa que permite recuperar el calor y conducirlo sólo donde se necesita.
Iluminación LED y luz natural
Como vemos, la eficiencia energética de la plataforma de Alcalá de Henares se basa tanto en avanzadas tecnologías como en criterios de utilización responsable de los recursos naturales. Ese es el caso de la iluminación, donde además de luminarias LED en todo el almacén, también se ha optado por técnicas de construcción que permiten el máximo aprovechamiento de la luz natural.
La plataforma logística de Alcalá de Henares sólo utiliza tecnología LED, con el consiguiente ahorro energético y la reducción de emisiones de CO2. Esta instalación se complementa con un sofisticado sistema de control de iluminación automático que determina el nivel de luz necesaria en función de la iluminación natural y de las necesidades de cada espacio.
Y como ya avanzábamos, con el objetivo de disponer de la máxima luz natural, se han instalado grandes cúpulas en la cubierta del edificio que crean un ambiente agradable.
Energías renovables
Un edificio de alta eficiencia energética no sería posible sin el uso de energías renovables. La cadena no sólo se ha planteado cómo reducir su consumo eléctrico sino que también ha explorado nuevas vías para generar la energía de forma sostenible.
En línea con esta filosofía, Lidl ha apostado por la energía solar en sus dos modalidades, térmica y fotovoltaica. La primera para el agua caliente sanitaria y la segunda para autoabastecimiento eléctrico.
Aproximadamente el 20,7% de la demanda de electricidad del centro logístico de Alcalá de Henares se cubre con 3.300 módulos fotovoltaicos que ocupan una superficie de más de 4.100 metros cuadrados y producen más de 700.000 millones de kWh al año.
Los módulos fotovoltaicos también proporcionan parte de la energía necesaria para las estaciones de recarga de vehículos eléctricos que han sido instaladas en el aparcamiento de los empleados. Precisamente, Lidl está llevando a cabo una prueba piloto en su plataforma de Alcalá de Henares para promover la electromividad entre sus trabajadores.
Las medidas mencionadas en este reportaje no son las únicas actuaciones que Lidl ha adoptado para garantizar la sostenibilidad de su plataforma logística. Sistemas de ahorro en el consumo de agua, gestión responsable de los residuos y una flota de camiones propulsados por gas licuado son sólo tres ejemplos más de todo aquello que una gran cadena de supermercados puede hacer para que su actividad empresarial sea respetuosa con el medio ambiente.