El mercado europeo de la energía solar térmica se redujo un 4,6% en 2016, según las estimaciones preliminares del Barómetro EurObserv’ER. Desde 2009, este sector ha sufrido una contracción media anual del 6,9%. Por su parte, la tecnología termosolar de concentración (CSP) se mantiene estable desde 2014 y se prevé un repunte en 2018.
En 2016, la superficie de paneles solares destinados a la producción de calor para agua caliente sanitaria, calefacción y redes de calefacción ha alcanzado los 2.604.627 metros cuadrados, con una potencia de 1.823,2 MW. En total, la superficie acumulada instalada en Europa se sitúa en los 51.019.245 metros cuadrados, según datos del barómetro.
Mientras el segmento doméstico parece seguir disminuyendo, el sector está depositando sus esperanzas en el desarrollo de segmentos colectivos como la calefacción solar industrial y las redes de distrito, que podrían compensar las pérdidas alcanzadas en el ámbito residencial.
La tecnología de los paneles planos sigue liderando en la industria solar térmica. Del total de la superficie instalada, el 93,4% corresponde a este tipo de paneles, mientras que el 5,3% pertenece a los tubos de vacío y el 1,3% a colectores sin vidrio.
La caída en los precios del gas natural, la ausencia de ayudas públicas en algunos países o la aparición de otras tecnologías renovables más fáciles de instalar como los sistemas termodinámicos son algunas de las principales razones que menciona el barómetro para explicar la contracción en el mercado de la energía solar térmica, sobre todo en el segmento doméstico.
Energía termosolar de concentración
Por su parte, desde 2014 la tecnología termosolar de concentración (CSP) se mantiene estable, con una capacidad que alcanza los 2.313,7 MW. No obstante, la construcción de nuevos proyectos podría ser realidad a partir de finales de 2017 y en 2018, especialmente en Italia. De seguir la tendencia actual, en 2020 la potencia termosolar instalada podría situarse en los 2.582,1 MW.
No obstante, para el pleno desarrollo de las plantas termosolares, la Asociación Europea que representa a esta industria (Estela) ve necesario que primeramente se materialice una reducción en los costes de producción y exige mecanismos de cooperación entre países para mejorar el transporte de la energía termosolar desde las plantas de producción hasta las regiones con mayor demanda de consumo.