El Ayuntamiento de Brunete, en Madrid, acaba de presentar el proyecto Brunete District Heating, en cuya redacción han participado ingenieros del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid y que supondrá la creación de una red de abastecimiento de energías renovables en los edificios municipales, ahorrándose al año el vertido de más de 1.500 toneladas de CO2 contaminante a la atmósfera y reduciendo el gasto público en un 93,8% en la factura de la calefacción y agua caliente sanitaria.
El alcalde, Borja Gutiérrez, ha explicado que Brunete District Heating reafirma el compromiso de su equipo de gobierno con el uso de energías renovables, la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera y el ahorro energético. Las arcas municipales ahorrarán un 93,8% del gasto energético. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento de este municipio madrileño quiere contribuir a que España cumpla con los compromisos internacionales contra el cambio climático.
La creación de Brunete District Heating supondrá una inversión de más de 2 millones de euros y el objetivo es que esté en marcha en el año 2019. En sus primeras fases, servirá para que todos los edificios públicos (ayuntamiento, polideportivo, campo de fútbol, consultorio médico, centro cultural, etc.) pasen a tener sistemas de calefacción y agua caliente sanitaria a través de esta red, que será alimentada por una central térmica que se abastecerá de biomasa y energía solar. Desde esta central partirá la red de tuberías que suministrarán calefacción y agua caliente a los distintos edificios públicos.
Objetivo: eliminar el uso de energía fósil final
El proyecto supondrá, además, la creación de tres puestos de trabajo y un mejor medio ambiente urbano, ya que gran parte de la biomasa procederá de las podas leñosas locales. Las principales ventajas medioambientales estriban en la reducción en más de 1.500 toneladas anuales de CO2 a la atmósfera, al sustituirse las energías fósiles por las renovables.
En cifras, la reducción del consumo de energía fósil final será del 93,8% y la reducción de CO2 será del 93,7% frente a las emisiones actuales. El objetivo, en una tercera fase, es que las viviendas de los vecinos también puedan engancharse a esta red de energías renovables, reduciéndose aún más la emisión de agentes contaminantes.