El mercado de los servicios energéticos cuenta ya en España con un volumen de negocio de 1.170 millones de euros, 24.000 millones de dólares si hablamos de cifras mundiales, y las ESEs españolas han logrado un 35,9% de ahorro energético sobre el objetivo de eficiencia energética. Estos datos tan relevantes figuran en el «Observatorio de Eficiencia Energética 2016», estudio de mercado realizado por Anese a partir de una encuesta realizada a 74 empresas de servicios energéticos y cuyos datos han sido analizados científicamente por el equipo especialista de la Universidad Politécnica de Madrid.
El «Observatorio de Eficiencia Energética 2016. El mercado de las Empresas de Servicios Energéticos», título completo del informe, fue presentado el pasado 4 de abril en la sede del Instituto de Estudios Bursátiles de Madrid (IEB), en un acto que contó con la presencia de más de 90 profesionales del sector energético.
Teresa Baquedano Martín, directora general de Política Energética del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, fue la encargada de inaugurar el acto, en el que también participaron Rafael Herrero y Elena González, presidente y directora de Anese, respectivamente, y Manuel Gómez Gutiérrez-Torrenova, director P.D. Finanzas para la Sostenibilidad y Cambio Climático de IEB y presidente de Avangreen.
Riguroso análisis del mercado ESE
El objetivo del informe, según explicó la directora de Anese, es proporcionar un diagnóstico riguroso del mercado ESE en España, conocer la contribución del mismo en el sector energético y, sobre todo, analizar el papel del mercado ESE dentro del impacto de la eficiencia energética en el sector energético. De hecho, las ESEs españolas han conseguido un 35,9% de ahorro energético sobre el objetivo de eficiencia energética, el equivalente a 2,4 TWh, lo que supone un 42,3% de ahorro de misiones de CO2 y un 25,7% de ahorro económico.
Un mercado que hace tiempo ya dejó de ser incipiente para consolidarse con un volumen de negocio de 1.700 millones de euros, proporcionar 20.000 empleos directos de alta cualificación y aportar un 0,11% del PIB.
El estudio de mercado pretende ser una radiografía del mercado ESE en España. Por eso, se han analizado cuestiones como el perfil de las empresas -tipología, tamaño, facturación, ubicación, etc.-, la titularidad del cliente -público o privado-, los tipos de contrato, las tecnologías implantadas para lograr el ahorro energético, el presupuesto medio destinado a contratar estos servicios o las expectativas de las empresas al contratar un modelo ESE.
Como resultado, además de extraer una visión completa del mercado ESE en nuestro país, también se han identificado las barreras con las que se encuentra este sector y se proporcionan recomendaciones para superarlas.
Pyme, con sede en Madrid y opera en toda España
Se puede decir, a grosso modo y resumiendo mucho, que esa fotografía quedaría de la siguiente manera. El 85% de las ESEs se encuadran en la modalidad de pequeña y mediana empresa (Pyme) y el 21% factura más de 10 millones de euros. Mayoritariamente tienen sede en Madrid, aunque un 29% de ellas trabaja en toda España, y el 34,5% de las ESES desarrollan proyectos en el exterior (el 78% de estas son pymes).
Respecto a la modalidad de contrato, las ESEs encuestadas han reconocido utilizar mayoritariamente el contrato de ahorros garantizados (EPC) en el sector privado y el de 5Ps (contrato energético integral) en el sector público. Por cierto, las contrataciones en este sector, el público, han sufrido un significativo descenso, desde los 278 contratos en 2015 hasta los 159 en 2016.
El presupuesto medio empleado en los proyectos de eficiencia energética alcanza los 522.976 euros, que se destinan, mayoritariamente, a instalaciones de regulación y control (71%), climatización (66%) e iluminación (66%). La directora de Anese resaltó que un contrato de servicios energéticos, según el Observatorio, tiene una duración media de 7,6 años, y conlleva un periodo de maduración de 9,42 meses.
Por último, gracias al informe se han detectado cuáles son las principales barreras que se encuentra el mercado de las ESEs. Hace años, explica Elena González, el principal escollo era el financiero. En la actualidad, la desconfianza en el modelo ESE es la primera barrera, seguida por la falta de financiación adaptada y por los procesos burocráticos, la complejidad de los contratos y la baja tendencia a la externalización de la gestión energética.
Recomendaciones para seguir creciendo
Llegados al punto de las barreras, Anese proporciona recomendaciones para minimizarlas:
- Para elevar el nivel de confianza del cliente final es importante aumentar la información y formación y promover el uso de certificados de empresas de servicios energéticos.
- Para establecer una regulación rigurosa hay que definir un Plan Estratégico Nacional de Eficiencia Energética que contemple los objetivos y períodos fijados por la Unión Europea (Horizonte 2030); transponer y cumplir las Directivas de Eficiencia Energética; ligar las auditorías con la implantación de medidas; y poner en marcha un mecanismo similar al Programa Clima.
- Para crear líneas de financiación continuas en el tiempo, se deben implantar Certificados de Ahorro Energético, según el artículo 7 de la DEEE; repercutir y reflejar en la factura energética de gas y electricidad un impuesto de carbono por kWh consumido; fomentar los Fondos rotativos; y crear un fondo de garantías que cubra las garantías financieras de los proyectos de servicio energéticos.
- Para acortar los periodos de maduración, hay que estandarizar los procedimientos a través del uso de contratos de servicios energéticos que incluyan cláusulas de garantía de ahorros energéticos.
Al término de la presentación de estos datos, y a modo de despedida, intervino Rafael Herrero, quien recalcó el aspecto beneficioso que las empresas de servicios energéticos tienen para la sociedad , creando empleo cualificado y mejorando el medio ambiente.