En sus dos meses de funcionamiento, los puntos de asesoramiento energético (PAE) del Ayuntamiento de Barcelona han detectado una invisibilidad social de la pobreza energética que se pretende corregir. Para ellos, se han establecido nuevos protocolos para mejorar y anticipar la detección y la notificación de posibles casos de pobreza energética con la implicación de profesionales de servicios públicos como bomberos, personal sanitariosy equipos de intervención en materia de vivienda.
Entre las actuaciones, se han empezado a impartir cursos de formación específicos para los profesionales del cuerpo de Bomberos de Barcelona, la Unidad de Exclusión Residencial (UCER), el Servicio de Intervención y Mediación en Situaciones de Pérdida y/o Ocupación de Vivienda (SIPHO), personal que trabaja en los centros de atención primaria (CAP) y personal de los centros de atención y seguimiento a las drogodependencias (CAS), además de los trabajadores sociales.
Herramientas para la detección de la pobreza energética
Todos estos profesionales recibirán herramientas necesarias para identificar casos con la máxima antelación y poder tomar medidas para paliarlos. El Ayuntamiento de Barcelona también confía en que con los nuevos protocolos se pueda realizar un informe exhaustivo sobre el alcance de la pobreza energética en la ciudad.
Durante los primeros dos meses de funcionamiento, se ha demostrado que los PAE son una herramienta eficaz para garantizar los derechos energéticos de la ciudadanía. En este periodo han sido atendido más de 1.800 personas, 500 de las cuales habían recibido avisos de cortes por impago, y el servicio ha tenido que intervenir de manera directa y urgente en 184 casos. El trabajo realizado desde estos puntos de asesoramiento ha evitado un total de 1.100 cortes de suministro.