La Comisión Europea considera la Eficiencia Energética clave para los objetivos de 2020

Europa vista desde satélite.

Europa se encuentra en el buen camino para alcanzar los objetivos climáticos de 2020. Así lo considera la Comisión Europea, que el pasado 1 de febrero publicó en su página web una hoja informativa con la evaluación de los progresos alcanzados desde 2005 hasta 2014. En este documento, la Comisión destaca que la eficiencia energética es una prioridad para la política energética de la Unión Europea ya que es un pilar fundamental en la lucha contra el cambio climático.

“Eficiencia energética, primero” es un principio que hoy impregna todos los aspectos de la Estrategia de la Unión de la Energía.

Europa se ha comprometido a incrementar su eficiencia energética un 20% en 2020 y, según destaca la Comisión, en el periodo comprendido entre 2005 y 2014 el conjunto de los estados miembros han conseguido reducir su consumo de energía. En 2014, Europa consumió 1.062 Mtoe, que representa casi el 2,2% menos del consumo de energía final planteado para 2020, 1.086 Mtoe. El consumo final de energía cayó un 11% entre 2005 y 2014.

En lo que se refiere al consumo de energía, todo apunta a que Europa aún no ha alcanzado los objetivos, ya  que en 2014 se alcanzó la cifra de 1.507 Mtoe, un 1,6% por encima del objetivo de 1.483 Mtoe establecido para 2020. A pesar de estas cifras, la CE aclara que Europa se encuentra en el buen camino, puesto que el consumo de energía primaria ha caído un 12% entre 2005 y 2014, sin contar el ligero incremento experimentado entre 2014 y 2015.

Por todo ello, la Comisión considera que la política europea de eficiencia energética y el marco regulatorio han sido claves para poner a Europa en el camino de una mejor eficiencia energética. Si no hubieran existido esas medidas, el consumo de energía primaria habría sido más intenso. La reducción del consumo energético en el periodo comprendido entre 2005 y 2014 ayudó a evitar la emisión de 800 millones de toneladas de CO2.

La eficiencia energética, un pilar de  la Unión de la Energía

Como pilar del Marco Estratégico de la Unión de la Energía, la eficiencia energética juega un papel importante en el Paquete de Medidas ‘Clean Energy for All Europeans’, presentado el pasado mes de noviembre. En este programa, la Comisión Europea ha propuesto elevar el nivel de ambición de los objetivos de eficiencia energética, subiendo de un 27% a un 30% en 2030.

Las medidas propuestas por la CE pretenden acelerar la transición de Europa hacia una economía basada en energías limpias.

La meta del 30% traería a Europa mayores beneficios, entre los que la Comisión cita la creación de alrededor de 400.000 nuevos empleos, la reducción de las importaciones de gas en un 12% y el ahorro de 70 billones de euros en importaciones de combustibles fósiles (acumuladas entre 2021 y 2030), entre otras.

Muchos estados miembros han reconocido los múltiples beneficios de la eficiencia energética y se han comprometido no sólo a alcanzar sus propios objetivos para 2020 sino que también han puesto en marcha programas y medidas para acelerar el camino hacia una economía baja en carbono.

Acelerar las tasas de renovación de edificios existentes

Para seguir logrando avances y no perder el buen camino emprendido, la Comisión recuerda la importancia de la rehabilitación en el sector de la construcción, el cual representa el 40% del consumo energético en Europa. En este aspecto, la Comisión advierte sobre el envejecimiento del parque de edificios existentes y hace un llamamiento para acelerar las medidas que fomenten la rehabilitación de las viviendas, ya que la tasa de renovación es tan sólo del 1%. Esto quiere decir, que la totalidad del parque de edificios existentes tardaría en estar reformado 100 años.

El envejecimiento de los edificios existentes preocupa a la Comisión Europea, que insta a los Estados Miembros a acelerar el proceso de rehabilitación energética del parque edificatorio.

La revision de la Directiva de Eficiencia Energética de Edificios, que forma parte del Programa “Energía Limpia para todos los Europeos”, incluye medidas para fomentar la rehabilitación de los edificios existentes, reforzando, por ejemplo, la relación entre certificación de eficiencia energética y financiación. En este sentido, la elaboración de un plan de acción para la descarbonización de los edificios existentes de cara a 2050 será fundamental.

De cara a impulsar la rehabilitación de los edificios, se ha presentado la iniciativa ‘Smart Finance for Smart Buildings’, que pretende promover la inversión, el crecimiento y el empleo para la eficiencia energética y el uso de renovables en los edificios. Esta iniciativa, en colaboración con European Investment Bank (EIB) y los estados miembros, abrirá la puerta a fondos privados y públicos por valor de 10 billones de euros desde ahora hasta 2020.

El papel de la calefacción y la refrigeración en la eficiencia energética

Otro sector en el que incide la CE es el de la calefacción y la refrigeración, factores que representan el 50% del consumo de energía en Europa. La Comisión propone que se valore el potencial de este sector, especialmente en la industria, donde algunas empresas ya usan el calor residual de sus procesos de fabricación como un subproducto que puede ser reutilizado o vendido para calefactar edificios cercanos. Por tanto, el sector de la calefacción y la refrigeración juega un papel crucial en la reducción del consumo de energía primaria y en la descarbonización del sector energético.

La eficiencia energética y los desequilibrios en el acceso a la energía

Finalmente, la CE valora muy positivamente el papel que la eficiencia energética puede tener a la hora de abordar los desequilibrios sociales en el acceso a la energía.

El 8,6% de los gastos de las familias con bajos ingresos están relacionados con la energía. Esta proporción ha crecido en muchos estados miembros desde 2005. Además, un 23% de estos usuarios no dispone de suficientes recursos para calefactar sus hogares y mantenerlos en adecuados niveles de confort térmico.

Un 23% de familias europeas con bajos ingresos tiene dificultades económicas para atender las necesidades energéticas de sus hogares.

En el programa ‘Clean Energy for All Europeans’, la Comisión ha propuesto una serie de medidas específicas para invertir esta tendencia y proteger a los consumidores vulnerables. A partir de 2021, los estados miembros deberán tener en cuenta la pobreza energética en el diseño de los sistemas de obligaciones de eficiencia energética o en medidas alternativas. La Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios deberá asegurarse de que las estrategias de rehabilitación de los edificios contribuyan a aliviar la pobreza energética a largo plazo.

 
 
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