Centíficos de la Universidad de Granada y el Instituto Tecnológico de Certificación Energética han descubierto que el conjunto monumental de La Alhambra de Granada es altamente eficiente desde un punto de vista energético y que, por su tipología constructiva, los muros cumplen con el Código Técnico de la Edificación. La elaboración de un mapa termográfico e higrométrico ha demostrado también que algunas espacios ornamentales han sido diseñados para funcionar como sistemas de regulación térmica.
Desde que se inició su construcción sobre la colina Sabika en el siglo XIII, y antes de ser nombrada monumento nacional en 1870, La Alhambra fue ciudad palatina de la dinastía nazarí, Casa Real cristiana, Capitanía General del Reino de Granada y fortaleza militar. Algunos libros de historia pueden decir que estas vetustas paredes han sido “testigos mudos” del paso del tiempo. Pero la realidad es que estos muros nos hablan, y no sólo sobre acontecimientos que marcaron la historia de España, sino también sobre temas tan actuales como construcción sostenible o eficiencia energética.
Diego Pablo Ruiz Padillo y Amador Martínez Jiménez, los científicos que han llevado a cabo esta investigación, han descubierto que existe un microclima característico propio para cada una de las zonas y estancias de La Alhambra. Asimismo, han investigado los aspectos constructivos que lo definen como un monumento de elevada eficiencia energética.
Esta investigación se ha llevado a cabo bajo la denominación Proyecto SONBIO, desarrollado con una doble vertiente. Por un lado se ha realizado un análisis del entorno energético y bioclimático del monumento y, por otro, se ha elaborado una caracterización sonora de su ambiente. Energía y sonido son dos parámetros fundamentales a tener en cuenta para conseguir un confort ambiental, pero en este reportaje sólo nos centraremos en el aspecto energético.
Caracterización energética de La Alhambra
La caracterización del espacio térmico del Patrimonio Histórico de La Alhambra y su entorno bioclimático es considerada por los responsables del proyecto como una herramienta clave para analizar y definir estrategias de uso de los espacios del monumento en términos de arquitectura, eficiencia energética y niveles de confort. Al mismo tiempo, se buscan conclusiones científicas para futuras medidas de mejora en beneficio de los visitantes, medidas cuya implantación tiene que ser viable para el Patronato de la Alhambra.
La caracterización energética se ha dividido en cinco secciones de estudio: entorno térmico o climático, mapa termográfico e higrométrico, análisis termográfico, transmitancia térmica de los muros y simulación termodinámica.
Para estudiar el entorno térmico se ha instalado una serie de sensores en todos los espacios de La Alhambra, tanto exteriores como habitables. Dichos sensores han permitido monitorizar temperatura y humedad y, con los datos obtenidos, se ha podido realizar el primer mapa termográfico e higrométrico de todo el espacio ocupado por la Alhambra y Generalife.
Como resultado, los investigadores han certificado que hay determinadas zonas interiores de La Alhambra que mantienen un confort térmico estable y agradable en las diferentes épocas del año. A ello contribuye una arquitectura de patios, elemento fundamental para la generación del clima y el control bioclimático de las estancias situadas entorno a ellos.
Los Palacios Nazaríes, el Palacio de Carlos V, el Palacio del Generalife y la Alcazaba son claros ejemplos de esta característica. En concreto, el espacio que menos fluctuaciones tiene de toda la Alhambra durante un ciclo diario corresponde al Palacio de Carlos V.
Las termografías también han demostrado que la alta presencia de mármol en espacios como el Palacio de los Leones funciona como elemento de almacenamiento energético. Otro dato interesante que ha sido constatado es que ciertos elementos ornamentales funcionan como sistemas de regulación climática.
Por último, el estudio de la transmitancia térmica ha demostrado que, en comparación con algunas de las técnicas y materiales más modernos de la actualidad, la tipología constructiva de los muros de La Alhambra cumple holgadamente los requerimientos del actual Código Técnico de la Edificación.
A partir de los datos experimentales, se ha realizado una simulación termodinámica cuya finalidad principal ha sido la de completar la tesis del actual proyecto y comprender aun mejor el comportamiento del microclima generado en la arquitectura característica de los Palacios Nazaríes.
Aplicaciones del Proyecto SONBIO
Una de las aplicaciones directas derivadas del actual proyecto sería la posibilidad de proponer una herramienta para planificar el recorrido turístico por las distintas estancias del conjunto monumental. En base a los indicadores ambientales proporcionados por el estudio, el turista puede conocer cuál es el mejor momento para visitar una zona concreta en función de la hora del día y de la época del año.
Pero al margen de esta planificación bioclimática y sostenible de la ruta turística por las estancias de La Alhambra, el proyecto SONBIO también proporciona una solución muy eficaz para emprender próximas restauraciones en el conjunto monumental.
En este sentido, la termografía se presenta como una herramienta fundamental para detectar zonas restauradas con el mismo material pero de diferente composición. De cara al futuro, los datos obtenidos por el proyecto SONBIO serán muy útiles para conocer el potencial de las tecnologías termográficas en la detección y restauración de patologías arquitectónicas en edificios y monumentos históricos.