A finales de 2015, la potencia total de energía solar térmica instalada en la Unión Europa alcanzó los 33.242 MWth, lo cual representa un 4,4% más que el año anterior. Sin embargo, la capacidad nueva instalada sufrió un descenso del 6,6%, según refleja el informe anual publicado por la Federación Europea de la Industria Solar Térmica (ESTIF). En España, a pesar del gran potencial de esta tecnología, el mercado se ha contraído un 5,6%, con una potencia acumulada de 2.296 MWth.
El documento destaca la relevancia del sector de la calefacción y la refrigeración renovables y el papel importante que juega en la estrategia energética de cara a alcanzar los objetivos europeos de 2020.
El informe también muestra que los resultados de la implementación de los Planes Nacionales de Acción de Energía Renovable para la energía solar térmica son inferiores a los objetivos previstos, confirmando la evaluación realizada por la Comisión Europea. España es uno de los países donde estos datos negativos son más llamativos, junto a otros estados como Italia o Francia, donde la industria solar térmica tiene un gran potencial de despliegue si se llevan a cabo las medidas correctas.
A cuatro años para alcanzar los objetivos de 2020, las energías renovables para climatización aún presentan un enorme potencial sin explotar que puede ser desplegado con rapidez. Las aplicaciones de la energía solar térmica tanto en usos residenciales como en procesos industriales han demostrado su competitividad. La inversión en esta tecnología contribuye a promover la seguridad de la energía, reduce la dependencia energética y evita la emisión de toneladas de CO2, al tiempo que se genera empleo
, según ha explicado Secretario General de Estif, Pedro Dias.