En 2015 se alcanzó un nuevo récord mundial de potencia fotovoltaica instalada, 50 GW nuevos, que representan un 25% por encima de 2014. La potencia total instalada logra la suma de 230 GW en todo el mundo. Mientras que el sector fotovoltaico sigue creciendo en otros países, en España se vive una situación de estancamiento. Esta es una de las principales conclusiones del Informe Anual 2016 elaborado por la Unión Española Fotovoltaica y que fue presentado el pasado 7 de septiembre por Jorgue Barredo y José Donoso, presidente y director general de la asociación, respectivamente.
El año 2015 ha demostrado las tendencias de los mercados globales que ya se observaban desde el 2013, con un crecimiento anual en torno a un 20-25%. Las principales líneas de evolución de esta tecnología se basan en la reducción de costes en toda la cadena de valor de la producción y en el aumento de la eficiencia de los módulos fotovoltaicos. Estos factores, junto a su enorme versatilidad, hacen del fotovoltaico un sector competitivo que se adapta a las condiciones particulares de cada país.
Marco internacional
Los estados con una penetración más acelerada de la energía solar en 2015 han sido China y Japón, con 15,2 GW y 11 GW instalados, respectivamente, situándose a la cabeza del Top 10 en potencia instalada durante 2015. Los dos grandes del sudeste asiático añadieron más energía solar que todo el continente europeo. De hecho, Europa representó el 16% de la energía fotovoltaica mundial en 2015.
En el Viejo Continente tan sólo destacan Reino Unido, Alemania y Francia, los únicos países donde los mercados no han acusado la caída de la demanda de energía eléctrica motivada por la crisis, la sobrecapacidad de potencia instalada o la finalización de los sistemas de apoyo.
Por otra parte, destaca también el crecimiento del sector en EE.UU., otro país puntero con 7,3 GW que ocupa el tercer puesto en el escalafón mundial, por detrás de China y Japón.
En la evolución ascendente del sector fotovoltaico global es relevante el papel del creciente número de mercados emergentes, destacando especialmente el continente asiático, donde la inversión se ha incrementado en 31,7 billones de dólares en 2015.
Incluso en Europa podemos hablar de mercados emergentes que están apostando fuertemente por la energía fotovoltaica , como Turquía y Dinamarca, lo cual demuestra el interés progresivo por esta fuente de energía en países de Europa que nunca han estado entre los líderes del continente.
En términos de inversión el informe destaca que 2015 fue el año en que, por primera vez, la inversión en energías renovables en países en desarrollo resultó mayor que en los países desarrollados. El motivo de esta evolución lo encontramos en el abaratamiento de los precios, más en concreto de la energía solar y la eólica, lo que hace que estas tecnologías sean accesibles y competitivas. La inversión en energía fotovoltaica aumentó hasta 161 billones de dólares en 2015, un 12% por encima del año anterior.
Marco nacional
Una legislación desfavorable y el clima de desconfianza global hacia este tipo de inversiones son las principales razones que se indican en el informe para explicar el retroceso del mercado fotovoltaico en España.
De los 50.000 MW de potencia fotovoltaica nueva instalada en todo el mundo en 2015, 49 MW han sido instalados en nuestro país. De estos 49 MW, 13 MW corresponden a instalaciones aisladas, la mayoría de bombeo, tanto en la modalidad de bombeo sólo con fotovoltaica como también con sistemas híbridos.
Este tipo de instalaciones se encuentran principalmente en el sector agrícola, el segundo consumidor de energía eléctrica en España y uno de los que mayor aprovechamiento hace de las instalaciones fotovoltaicas aisladas. Además, se espera que el número de instalaciones de este tipo siga creciendo en 2016.
En 2015, la potencia total instalada en España ha alcanzado los 108.299 MW. En este total, la potencia solar fotovoltaica neta representa el 4,3%, alcanzando los 4.667 MW. Si tenemos en cuenta que en 2014 esta cifra fue de 4.672 y en 2013 fue de 4.665, observamos que en los últimos años apenas se produce variación en la potencia conectada a red.
Sin embargo, se produjo un ligero aumento de la potencia para autoconsumo, en la que se incluye la potencia aislada. Este aumento, puntualiza el informe, «podría haber sido mayor si el país no tuviera que convivir con la normativa tan restrictiva que se encuentra vigente actualmente».
El estancamiento en la construcción de nuevos proyectos fotovoltaicos conectados a red, explica el Informe, se debe a los cambios regulatorios, lo que ha ocasionado la desaparición de múltiples empresas en los diferentes eslabones de la cadena de valor.
En consecuencia, las empresas que habitualmente actuaban en España han expandido sus mercados a otros países, como México o Brasil, que cuentan con una normativa mucho más favorable que asegura un mayor éxito de las inversiones.
Subastas
En el marco de la presentación del Informe Anual 2016, UNEF mostró una comparativa de las subastas energéticas internacionales llevadas a cabo este año, definiendo además su posición respecto a la próxima subasta prevista para otoño en España.
Según Jorge Barredo, presidente de UNEF, España no va a cumplir con los objetivos europeos de 2020, si no se toman medidas claras y urgentes de fomento al desarrollo de la fotovoltaica y de todas las energías renovables
.
UNEF defiende, por una parte, que el criterio de la fijación del precio sea en función del precio por kWh ofertado, para evitar sobre retribuciones, y que se asegure la certeza en la realización de las plantas, para lo que se deben fijar avales, procesos precalificatorios y penalizaciones que eliminen posibles elementos especulativos, pero no impliquen una disminución del grado de competencia.
Además, las cantidades a subastar deberían ser fijadas en función de la energía producida, en lugar de atender a la potencia instalada, para una mayor certidumbre en la consecución de los objetivos establecidos por la Comisión Europea. Se estima que para alcanzar estos objetivos sería necesaria la realización de, al menos, una subasta anual de 3 TWh. La asociación hace hincapié en que la visibilidad a largo plazo de un programa de subastas es esencial para generar industria local y empleo estable.
Las recientes experiencias internacionales de las subastas llevadas a cabo en Chile y México, en las que se ha llegado a obtener precios mínimos de 2,31 centavos de $/kWh y de 3,5 centavos de $/kWh respectivamente, han puesto de manifiesto la creciente competitividad del sector fotovoltaico frente a las energías tradicionales. Ahora es el momento de aprovechar estas experiencias, para que en España también se replique lo que está pasando a nivel internacional
, señaló Barredo.