En el otoño de 2015 fue aprobada la Estrategia Energética de Andalucía 2020, que persigue un modelo energético basado en el establecimiento progresivo de una economía baja en carbono. Para avanzar en dicho modelo, es determinante disponer de un sistema de monitorización continua. Es por esa razón que el 28 de marzo se constituyó el Órgano de Evaluación, con el que se pone en marcha el Primer Plan de Acción de la Estrategia 2016-2017.
Objetivos de la Estrategia
El gobierno de la Junta de Andalucía tiene la firme convicción de procurar para la región un sistema energético en el que las renovables sean la base de su mix energético. Dicho modelo se basa en el establecimiento progresivo de una economía baja en carbono.
Por lo tanto, los objetivos propuestos por la Estrategia Energética Andaluza 2020 son cinco:
- Reducir un 25% el consumo tendencial de energía primaria.
- Aportar con energías renovables el 25% del consumo final bruto de energía.
- Autoconsumir el 5% de la energía eléctrica generada con fuentes renovables.
- Descarbonizar en un 30% el consumo de energía respecto al valor de 2007.
- Mejorar un 15% la calidad del suministro energético.
La planificación para 2020 permitirá consolidar el tejido empresarial e industrial vinculado al sector energético, en su mayor parte pequeñas y medianas empresas, y fortalecerá las políticas de construcción sostenible, rehabilitación de edificios, gestión energética en empresas, autoconsumo y gestión de la demanda por parte de los consumidores.
Programas y Principios de la Estrategia
La Estrategia recoge cinco Programas de Actuación, cuya ejecución se realizará mediante Planes de Acción a lo largo del periodo de vigencia, actuando en todos los sectores de la sociedad andaluza.
Cada uno de estos programas de actuación tiene relación directa con los cinco principios de la Estrategia:
Órgano de Evaluación de la Estrategia Energética de Andalucía 2020.
La persecución de este modelo energético basado en una economía baja en carbono y la consecución de sus objetivos a lo largo de su periodo de vigencia depende de un gran número de elementos externos como la normativa europea y nacional, la evolución económica o el desarrollo tecnológico.
En consecuencia, la estrategia se configura de forma que, en el caso de que los mecanismos establecidos para conseguir sus objetivos no funcionen o que las circunstancias cambien, éstos puedan ser modificados. Para ello se hace necesario disponer de herramientas de seguimiento y evaluación.
El sistema propuesto para el seguimiento está basado en la medida de la eficacia y la eficiencia de las actuaciones. Para el proceso de seguimiento y evaluación de la Estrategia se ha previsto la configuración y puesta en marcha de una estructura compuesta por tres órganos: de seguimiento, de dirección y de evaluación, precisamente este último constituido el pasado 28 de marzo.
El Órgano de Evaluación de la Estrategia Energética de Andalucía 2020 participa en la definición y seguimiento de las distintas acciones que se desarrollarán en el marco de la planificación energética en los próximos años. Se ha constituido para proponer, analizar y discutir las primeras acciones a incluir en el primer Plan de Acción de la Estrategia 2016-2017.
Este Órgano está integrado por representantes de todas las consejerías de la Junta de Andalucía, de los agentes empresariales y sociales, asociaciones de consumidores, entidades locales y dos expertos.
Entre los cometidos del Órgano de Evaluación está el de conocer, proponer y valorar las acciones propuestas en los futuros Planes de Acción que desarrollarán los cinco programas de actuación recogidos en la Estrategia Energética de Andalucía 2020.
La reunión de constitución del Órgano de Evaluación ha estado presidida por la secretaria general de Innovación, Industria y Energía, Mª José Asensio Coto, contando además con la presencia de la directora gerente de la Agencia Andaluza de la Energía, Natalia González Hereza. Esta última entidad será la responsable, además, de realizar el seguimiento de las acciones aprobadas.
En la primera reunión del Órgano de Evaluación celebrada recientemente se ha analizado un primer documento de trabajo con 113 acciones propuestas por los órganos de dirección y de seguimiento de la Estrategia.
Así, las acciones encuadradas bajo el programa “Mejora de la Competitividad” suponen el mayor número del conjunto y se dirigirán, fundamentalmente, al fomento de instalaciones y soluciones constructivas y a la realización de estudios e informes, como fase previa a acciones futuras consensuadas con agentes de los sectores productivos para priorizar las actuaciones a ejecutar. Se da así preferencia a la generación de actividad económica empresarial y a la mejora de su competitividad.
También es destacable el elevado número de acciones propuestas en el programa “Gestión Energética de las Administraciones Públicas en Andalucía».
Están previstas reuniones de trabajo bilaterales entre la Agencia Andaluza de la Energía y cada uno de los actores participantes, al objeto de homogeneizar y completar todos los detalles de las acciones sectoriales que se vayan proponiendo. Para facilitar la participación y colaboración entre los integrantes del Órgano de Evaluación y poder realizar un adecuado seguimiento de las acciones, se ha habilitado, además, una plataforma online.
Una vez finalizado este trabajo elaborado bajo el principio de gobernanza, el Órgano de Evaluación presentará su propuesta definitiva, que deberá ser aprobada para su ejecución por la Dirección General de Industria Energía y Minas.
Andalucía en el Horizonte 2020
La mejora de la eficiencia energética en el Horizonte 2020 junto con una estructura de fuentes energéticas con un menor impacto medioambiental permitirá que las emisiones de CO2 se reduzcan un 30% respecto a 2007:
En definitiva, el modelo energético de la Estrategia Energética de Andalucía 2020 permite conciliar el crecimiento económico con el uso racional de la energía. Hasta el año 2020, se espera un crecimiento económico en la región del 15%, mientras que el consumo energético será análogo al de 2012 y, respecto a este mismo año, las emisiones de C02 serán un 9% menor.