El pasado 25 de febrero tuvo lugar en el Ministerio de Economía y Competitividad la Jornada «Ingeniería y Acción por el Clima», organizada por Tecniberia y la Fundación Ingeniería y Empresa, donde fueron abordados los retos y oportunidades de negocio que los nuevos objetivos en lucha contra el calentamiento global suponen para las ingenierías españolas.
El presidente de Tecniberia, Juan Lema, manifestó en su discurso de apertura el prestigio del que gozan las ingenierías españolas en el exterior y en especial en las energía limpias. Por su parte, el presidente de la Fundación Ingeniería y Empresa, Pedro Canalejo, resaltó el papel que las ingenierías van a jugar a la hora de alcanzar los objetivos marcados en la Cumbre de París.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, enfatizó el carácter histórico del Acuerdo de París y la oportunidad que representa para España. En España tenemos la voluntad política y, gracias a las ingenierías, la capacidad tecnológica y la posibilidad de convertir los retos en oportunidades de negocio
, puntualizó.
Rosalía Gil, miembro de la Junta Directiva de Tecniberia, señaló los principales retos que tienen ante sí las ingenierías de cara a la adaptación de las infraestructuras al cambio climático, lo cual les obliga a realizar investigaciones más profundas tanto en los materiales a usar como en la metodología de los proyectos y la evaluación de riesgos. Sin embargo, la gran diversidad y la atomización de estas empresas, les dificulta el acceso a la financiación
, explicó Rosalía Gil.
Respecto al problema de la financiación, Francisco Gabriel Tovar indicó la utilidad que suponen los fondos Feder. Las ingenierías españolas pueden acceder a 2.000 millones de euros en subvenciones a fondos perdidos que destina el Feder para la financiación de proyectos verdes
.
Alfonso de Ándrés, miembro de Tecniberia, también hizo una estimación en cifras de las repercusiones económicas que puede tener el Acuerdo de París para las ingenierías españolas. El Foro Económico Mundial establece entre sus prioridades la lucha contra el cambio climático, para lo cual será necesario invertir a escala mundial 1,4 billones de dolares al año, según establecen los expertos. Esto supone un entorno sin duda propicio para las ingenierías españolas dada su sobrada capacidad para competir en el exterior, sobre todo, en el sector de las energías renovables.