La Comisión Europea presentó el pasado 16 de febrero la Estrategia sobre la Calefacción y la Refrigeración, cuyo objetivo es establecer los puntos clave que debe seguir la política energética europea para conseguir que los edificios y la industria del calor y el frío sean más eficiente y sostenibles.
Según el documento presentado por la Comisión Europea, la producción de calor y frío representa el 50% del consumo energético en la Unión Europea. Del total de combustibles empleados por estos sistemas, las energías renovables sólo representan el 18%, frente al 75% de los combustibles fósiles. Por tanto, el fomento de la eficiencia energética y de las energías renovables deben ir de la mano en la lucha contra el cambio climático.
Una de las acciones propuestas por la estrategia consiste en fomentar la sustitución de antiguos sistemas de calefacción que utilizan combustibles fósiles por tecnologías más eficientes basadas en energías renovables.
Para ello, se hace especial hincapié en la necesidad de estimular la rehabilitación energética de los edificios existentes. El documento recuerda que el 50% del parque edificatorio europeo cuenta con obsoletas y poco eficientes calderas instaladas antes de 1992. Por lo tanto, el potencial de ahorro energético y de eficiencia que surge a raiz de la sustitución de estos equipos por tecnologías más modernas que usan fuentes renovables es enorme.
En este terreno, la Estrategia también contempla fortalecer la confianza de los consumidores en la certificación energética de los edificios.
Por otra parte, la Comisión Europea promueve el uso de tecnologías de recuperación de calor y frío en la industria. En este sentido se destaca la necesidad de implementar soluciones de recuperación como los district heating, la refrigeración vía cogeneración y las enfriadoras por absorción.
En general, la transición hacia un sistema de producción de calor y frío bajo en carbono requiere el compromiso de todos los actores involucrados, todo bajo el amparo de la política marco europea para 2030.
Los pasos a seguir para lograr los objetivos propuestos por la Estrategia pasan llevar a cabo acciones legislativas y no legislativas. Dentro del primer grupo se encuentra la revisión legislativa en 2016 de las Directivas de Eficiencia Energética y de Rendimiento Energético de los Edificios, así como Iniciativa de Financiación Inteligente para Edificios Inteligentes, el Nuevo Mercado de Electricidad y el Marco de Energías Renovables.
Entre las acciones no legislativas, se encuentran las medidas para facilitar la rehabilitación en edificios multiresidenciales, promover los modelos de eficiciencia energética en edificios de servicios como colegios y hospitales y extender el trabajo de la campaña BUILD UP Skills, cuyo objetivo es cualificar a los trabajadores de la construcción para conseguir mano de obra cualificada en eficiencia energética y energías renovables para el año 2020.