El proyecto SIMBLOCK forma parte del Programa Marco Horizonte 2020 (H2020) de la Unión Europea y consiste en el desarrollo de servicios que dan respuesta efectiva a la demanda de energía en edificios públicos, residenciales y comerciales. SIMBLOCK está centrado en tres proyectos piloto, elegidos por su alto nivel de integración de energías renovables e infraestructuras TIC, ubicados en Alemania, Suiza y España, este último en Sant Cugat del Vallés (Barcelona), cuyas características abordamos en este artículo.
Los sistemas desarrollados por SIMBLOCK permitirán definir estrategias de activación de los usuarios para generar y modificar diferentes perfiles de demanda (es decir, en residencial, público y comercial) y optimizar el funcionamiento flexible de las energías renovables, de cogeneración y de almacenamiento (térmico o eléctrico) para dar respuesta efectiva a la demanda.
SIMBLOCK cuenta con 17 socios de 7 países (Alemania, España, Suiza, Irlanda, Austria, Francia y Reino Unido) que trabajarán conjuntamente durante cuatro años hasta 2020 y contarán con un presupuesto superior a cinco millones de euros de los cuales el 70% estará financiado por el programa Horizonte 2020.
El proyecto piloto español es fruto del trabajo del Grupo de Bioclimatismo y Eficiencia Energética (BEE Group), un departamento autónomo del Centro Internacional de Métodos Numéricos en Ingeniería (CIMNE) formado por más de 20 investigadores. Se fundó en 2001 y cuenta con dos oficinas principales, en el edificio GAIA del Campus de la UPC en Terrassa y en el edificio CREA de la Universidad de Lleida.
El objetivo final que persigue BEE Group es utilizar los conocimientos y experiencia para ayudar a los usuarios a optimizar su consumo de energía. Para lograr su propósito, el Grupo colabora con centros de investigación y empresas y participa en proyectos de instituciones nacionales e internacionales, como es el caso del proyecto piloto en Sant Cugat del Vallés.
El modelo español está compuesto por 6 bloques de edificios adyacentes en la zona de Volpelleres formado por viviendas, oficinas y locales comerciales que en conjunto ofrecen una gran unidad para el estudio, dada su complementariedad y contraste en las características de sus usos y las posibilidades de interconexión entre los bloques.
Estos edificios disponen de instalaciones centralizadas para el suministro de calefacción y agua caliente de las 72 viviendas. Por su parte, los locales comerciales y las oficinas también cuentan con un servicio centralizado de climatización.
El sistema de calderas consiste en:
- 4 Calderas de condensación (115 kW).
- 30 paneles de energía solar térmica con una capacidad de almacenaje de 6.000 litros de agua caliente.
- Microturbinas para el autoconsumo eléctrico del edificio (65 kWe).
- Sistema de refrigeración por absorción para los locales comerciales y las oficinas (70 kWf).
- Sistema de refrigeración mediante bomba de calor a gas (260 kWf).
- Sistema SCADA para el control remoto, la gestión de las instalaciones y el control de consumos.
Todo el sistema es capaz de suministrar la electricidad, calefacción y refrigeración para cubrir las necesidades básicas de los servicios comunes.
Todos los equipos están controlados mediante un software que analiza el estado de cada uno de ellos en tiempo real y gestiona las alarmas. Dicho programa monitoriza la facturación y el consumo de agua caliente y de calefacción de cada vivienda, local u oficina gracias a una red de contadores que comunican sus datos a través de la tecnología MBus y el protocolo ZigBee.
La automatización de las instalaciones permite regular la temperatura interior en función de la exterior o el flujo de suministro de agua al número de vecinos que la están usando en ese momento. Otra de las ventajas de este sistema es que gracias a él se puede programar un calendario de horarios ajustado a las necesidades de la comunidad y a la época del año (verano/invierno, días laborables/festivos, etc.).
Conclusión
En definitiva, la aplicación del sistema Simblock en el proyecto piloto de Sant Cugat permite una respuesta eficaz y flexible adaptada a las exigencias reales de la demanda. No sólo se tiene en cuenta el perfil de usuario (residencial, comercial, etc.), sino que se ajustan otras variables como ocupación, temperatura exterior o estación. De esa manera, se logra una optimización del consumo de energía y se reduce el importe de su factura.