El puente de la Constitución de 1812, también conocido como el Puente de la Pepa o de Cádiz, fue inaugurado el pasado 24 de septiembre y se ha convertido en el puente de mayor altura de Europa y el segundo del mundo.
El puente cruza la bahía de Cádiz y mide 3.092 metros de longitud, 185 metros de alto y 36,85 metros de ancho, dispone de dos carriles de autovía por sentido y dos carriles reservados para el transporte público metropolitano y tiene una capacidad de 100.000 vehículos al día.
Todas estas cifras en su conjunto convierten al puente en una infraestructura referente en Europa y a Cádiz en un referente de modernidad situando a la ciudad a la cabeza de la ingeniería internacional.
Dadas todas estas características, era muy importante conseguir una buena iluminación, pero no solo eso, también era necesario que el mantenimiento de la instalación lumínica fuera sencillo y de fácil acceso, la eficiencia energética y el consumo responsable también era factores muy importantes para la elección de unas luminarias adecuadas para una infraestructura de estas características.
Las luminarias V·Max y T·Max de Carandini, cumplen con todos y cada uno de estos requisitos. Con sus características de modularidad y fácil acceso al equipo, se convierten en unas aliadas únicas para un funcionamiento eficiente de toda la instalación.
V·Max cuenta con un flujo luminoso desde 2.000 lm, hasta 29.000 lm, y T·Max cuenta con un rango de flujo luminoso desde 6.000 lm hasta 40.000 lm y tiene una vida útil de hasta 100.000 horas.
En ambas luminarias, a través de equipos programables con regulación por pasos, en cabecera y protocolo DALI, se gestiona la iluminación de forma más eficiente, minimizando el consumo y maximizando el rendimiento. Este control es una pieza clave de la eficiencia energética de la luminaria.
Así pues, una vez más, Carandini demuestra estar al servicio de sus clientes y saber avanzarse a las necesidades de las construcciones del futuro.