La directora Ejecutiva de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Maria Van Der Hoeven, ha presentado en Madrid junto con el ministro de Industria, Energía y Turismo, el informe “Energy Policies of IEA Countries – Spain 2015 Review”, que refleja el resultado del examen de las políticas energéticas que periódicamente realiza la AIE a sus Estados miembros.
Entre otros aspectos, el informe pone de manifiesto que desde la última revisión de la política energética española que tuvo lugar en 2009, España ha conseguido reducir del 80% al 70% su dependencia de las importaciones energéticas, en parte por el rápido incremento de las energías renovables.
La AIE destaca que la magnitud del déficit acumulado en el sistema eléctrico español llevó al Gobierno a afrontar desde 2012 una profunda reforma del sector eléctrico con la que se ha conseguido resolver este problema estructural.
Asimismo, la AIE insta a España a continuar aplicando el principio de no permitir nuevos costes en el sistema si no se compensan con los correspondientes ingresos para mantener su equilibrio y la sostenibilidad económica y financiera del sistema eléctrico.
Además, y en relación al sector gasista, la AIE felicita a España por las medidas adoptadas en 2014 para atajar el déficit que acumulaba el sistema gasista debido a la reducción de los ingresos principalmente, por la caída de la demanda en los últimos años.
El informe subraya el alto nivel de seguridad de suministro de España, tanto de petróleo como de gas, debido a la elevada diversificación de las importaciones y a su gran capacidad de almacenamiento. En relación con el sistema gasista español, destaca que España cuenta con un tercio de la capacidad de regasificación de la UE y con la estructura de importación más diversificada de Europa. Apoya la puesta en marcha de un hub organizado de gas durante 2015 como medida para proporcionar un precio nacional de referencia y mejorar la transparencia del mercado.
En materia de interconexiones eléctricas y gasistas, la AIE considera necesario que España incremente su nivel de interconexiones con el resto de la UE, especialmente con Francia, a fin de fomentar la integración de mercados, mejorar la seguridad de suministro y facilitar la integración de energía renovable. Reconoce en este sentido la importancia que tendrá el apoyo político y económico de la Unión Europea a la hora de implementar estos proyectos.
En cuanto a la eficiencia energética, el informe recomienda que España desarrolle una estrategia a largo plazo, centrada sobre todo en la gestión de la demanda y la mejora de la eficiencia energética, que permita alcanzar los objetivos de energía y clima de la UE para 2030, así como desarrollar incentivos para favorecer la reducción de emisiones y la transición hacia una economía de bajo carbono. En esta sentido, destaca la puesta en marcha en julio de 2014 del Fondo Nacional de Eficiencia Energética como una importante fuente de financiación para el desarrollo de acciones en esta materia.