El Hospital Universitari i Politècnic de Valencia ha reducido el consumo eléctrico en un 7% desde que se trasladó la actividad a la nueva ubicación en el año 2011. A lo largo de este tiempo, el hospital ha experimentado algunos cambios en su actividad, aumentando la superficie y abriendo instalaciones que demandan una elevada carga energética, al mismo tiempo que ha desarrollado medidas muy efectivas que han contribuido al control del consumo.
Así, «aunque por un lado se hayan puesto en marcha salas blancas de preparación de productos farmacéuticos, el biobanco o salas de terapia celular, con una elevada demanda de energía, por otro lado el sistema de gestión técnica centralizada de instalaciones ha permitido controlar el uso de la electricidad y reducir el consumo», ha destacado Alejandro Colomer, subdirector Económico de Infraestructuras del Hospital La Fe en la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado hoy en el centro.
En este sentido, las principales medidas de eficiencia y optimización de recursos puestos en marcha por el Servicio de Ingeniería del Hospital La Fe se centran en el control del alumbrado por detección de presencia y de luminosidad, así como el control horario tanto del alumbrado como de la climatización. Así, se regula el uso de la electricidad y de la temperatura en las zonas de trabajo, de forma que fuera del horario las luces y el sistema de climatización no estén en uso. Además, se ha adaptado el alumbrado a la línea de ventana, de forma que el usuario controle la iluminación artificial en las zonas donde haya luz natural.
En la misma línea, este sistema de gestión, gracias a unos detectores de presencia, ha logrado reducir el consumo de energía en los quirófanos que no están en funcionamiento. Así, están instalando detectores que llegan a reducir hasta un 50% la climatización, siempre manteniendo las condiciones de bioseguridad y presión positiva que precisan estas zonas sensibles.
En cifras económicas, la aplicación de estas medidas supone una contención del gasto en unos 600.000 euros durante un año.
En este sentido, Alejandro Colomer, Subdirector Económico de Infraestructuras ha destacado que «el Hospital La Fe, además de disponer de un sistema de gestión centralizado de instalaciones, con el que se puede regular, controlar, supervisar y gestionar el conjunto de instalaciones técnicas para optimizar su funcionamiento y utilización, está logrando implicar a todo el personal con el fin de reducir el consumo de energía».
Uso de placas solares
Cabe destacar que el Hospital La Fe representa, además, un centro sostenible y respetuoso con el medio ambiente gracias a procedimientos ecológicos como la utilización de energía solar para el abastecimiento de agua caliente sanitaria. Gracias a estas instalaciones se han producido cerca de 20.000 m3 de agua caliente, lo que permite un ahorro energético del 70% en el consumo de gas natural en la caldera de agua caliente sanitaria, un ahorro que se traduce en 275.000 euros anuales.
Mejorar la eficiencia en el consumo energético en los hospitales conlleva numerosas ventajas. Además del ahorro económico, se consigue mejores condiciones y mayor confort para los pacientes y trabajadores del hospital.