Europa ha puesto en marcha dos nuevos instrumentos financieros que tienen como objetivo fomentar una mayor participación del sector privado en los planes que contribuyan a paliar los efectos del cambio climático, por un lado, reduciendo el uso de energía y, por otro, la conservación de los recursos naturales, especialmente la biodiversidad. El BEI y la Comisión Europea han unido sus fuerzas para apoyar la inversión a través de estas dos iniciativas que apoyen la contribución de Europa a la consecución de las metas ambientales, de energía y clima mundial.
Los planes de financiación se han presentado oficialmente en Bruselas por Jonathan Taylor, vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones responsable de la acción climática y energía, Miguel Arias Cañete, Comisaria Europea de Acción por el Clima y Energía y Karmenu Vella, Europea Comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, y representantes de diferentes grupos ambientalistas.
Con estos nuevos instrumentos financieros, estamos poniendo el dinero donde importa. Los nuevos instrumentos desbloquear la inversión pública y privada en áreas estratégicas como la eficiencia energética y la protección del clima. Se trata de una contribución para proteger el clima, ahorrar energía para nuestros ciudadanos y hacer que Europa dependa menos de la energía importada, afirma Miguel Arias Cañete, Comisaria Europea de Acción por el Clima y Energía.
La primera iniciativa dedicará 500 millones de euros a promover la financiación de la eficiencia energética. La iniciativa Private Finance for Energy Efficiency (PF4EE) se destinará a animar los bancos locales de varios países europeos para aumentar sus préstamos a proyectos de eficiencia energética, con préstamos de bajo costo a largo plazo y la protección del riesgo de crédito a intermediarios financieros, así como la mejora de la experiencia de préstamos en el sector. La nueva iniciativa será gestionada por el Banco Europeo de Inversiones y la Comisión Europea aportará 80 millones de euros para la protección del riesgo de crédito de las carteras de préstamos de eficiencia energética y el apoyo de expertos técnicos financiados con cargo al programa LIFE.
El plan está diseñado para ayudar a las instituciones financieras locales e impulsar la puesta en marcha de los planes nacionales de eficiencia energética. Para aprovechar las ventajas geográficas del plan no se seleccionará más de un intermediario por país, y habrá un límite global entre 10 y 15 intermediarios financieros. Se dará prioridad a las propuestas en que las necesidades de inversión en eficiencia energética sean más grandes y donde no haya financiación disponible para la eficiencia energética.
La infraestructura verde y proyectos basados en la naturaleza que preservan los ecosistemas o contribuyen a la adaptación al clima serán que se beneficiarán el nuevo plan, denominado Facilidad de Financiación de Capital Natural (Natural Capital Financing Facility – NCFF). Se busca mejorar la financiación de inversiones que incluye la protección contra inundaciones, reciclaje de agua de lluvia, los programas para proteger los bosques y reducir la contaminación del agua y del suelo, las compensaciones de biodiversidad y ecoturismo. El objetivo es demostrar el potencial de la inversión privada a largo plazo en este tipo de proyectos que actualmente son considerados poco viables y estará respaldado con 125 millones de euros puesta a disposición por el Banco Europeo de Inversiones y la Comisión Europea.