ESEFICIENCIA: La Confederación Nacional de Asociaciones de Empresas de Fontanería, Gas, Calefacción, Climatización, Protección contra Incendios, Electricidad y Afines, CONAIF, la organización empresarial de ámbito nacional más importante y representativa del sector de las instalaciones orienta su actividad en defender los intereses de esos sectores a todos los niveles, ¿qué objetivos se marcan en este 2015 dentro de esos parámetros?
Ana María García: Entre esos objetivos está seguir aportando el punto de vista de las empresas instaladoras en todas aquellas iniciativas legislativas que nos afecten y desarrollando proyectos de los que se beneficien los instaladores españoles. En estos momentos nos encontramos inmersos en un proyecto de corte europeo, denominado Aquavet, junto a otras organizaciones del Reino Unido, Países Bajos y Grecia, que desarrolla un plan para adecuar y actualizar la formación profesional de los instaladores de agua, incorporando conocimientos de tecnologías y prácticas que fomenten el ahorro en el consumo de agua.
Continuaremos, asimismo, apostando por la eficiencia energética y la rehabilitación en la edificación, dos áreas que han sostenido la actividad de muchas de nuestras empresas instaladoras en la última época, tras el hundimiento de la obra nueva.
Y pondremos todos los medios para seguir siendo en España la principal referencia del sector de las instalaciones.
ESEFIENCIA: En relación con sus asociados, que representan más del 85% de las empresas instaladoras que existen en España, ¿Qué ventajas les aporta pertenecer a CONAIF?
Ana María García: Aparte de los servicios que CONAIF pone a disposición de sus miembros, entre ellos la recepción de todas las ediciones de la revista CONAIF, los descuentos en la adquisición de determinados productos y servicios (vehículos, seguros, libros, productos financieros, etc.) o la asesoría técnica y jurídica de la que pueden servirse los socios, entre otros muchos servicios; la pertenencia a CONAIF supone formar parte de un gran colectivo de instaladores y asociaciones de instaladores de toda España, el más numeroso y representativo a nivel nacional con cerca de 18.500 empresas adscritas, que ejerce de interlocutor con los Ministerios, compañías energéticas y otros organismos nacionales e internacionales para logar las mejores condiciones para el instalador en cualquier aspecto de su actividad profesional.
ESEFICIENCIA: Recientemente se ha aprobado el proyecto de Ley que modifica la Ley de Hidrocarburos, con importantes novedades para los instaladores ¿cuáles son? ¿Cómo afectan a los asociados de CONAIF?
Ana María García: Es importante señalar para que no haya lugar a confusión, que lo que el Consejo de Ministros aprobó el pasado 12 de diciembre es un proyecto de Ley, es decir, que en ningún caso se trata de una Ley definitiva y no lo será hasta que lo apruebe el Parlamento y se publique en el B.O.E. tras haber superado las distintas fases de su tramitación.
La principal novedad para el colectivo de CONAIF es que posibilita que cualquier instalador de gas natural habilitado pueda realizar la inspección de las instalaciones. Esto es, a nuestro juicio, una medida muy importante porque incrementa las posibilidades de trabajo de las empresas instaladoras de gas y fomenta la competencia, ya que hasta la fecha sólo pueden realizar las inspecciones las compañías distribuidoras.
ESEFICIENCIA: Uno de los aspectos más relevantes que se llevan a cabo desde Conaif son los acuerdos que alcanzan desde la Asociación con organismos entre los que se pueden establecer sinergias. El último de ellos ha sido suscrito con AseTUB en el que se busca colaborar en la divulgación sobre los sistemas de tuberías plásticas, ¿qué se busca con este tipo de acuerdos?
Ana María García: Mejorar el conocimiento de los profesionales de los sistemas, productos y materiales que utilizan en su trabajo diario, de forma que puedan prestar al cliente el mejor servicio. El firmado con la asociación de fabricantes de tubos y accesorios plásticos es, efectivamente, es el último acuerdo hasta la fecha, y permitirá a nuestros socios, entre otras cosas, beneficiarse de un descuento mínimo del 25% tanto en la adquisición de publicaciones como en la cuota de inscripción a los cursos organizados por AseTUB.
ESEFICIENCIA: Otro de los aspectos que se enmarcan dentro de la actividad de CONAIF es la tramitación de ayudas e incentivos para todos aquellos asociados que lo requieran, ¿Cree que estas ayudas son suficientes para la demanda que existe? ¿Cuál es el grado de incidencia que tiene entre sus asociados?
Ana María García: Sí, así es. En CONAIF gestionamos, en coordinación con las asociaciones provinciales, una serie de ayudas y subvenciones que redundan en beneficio de nuestros socios (Planes Avanza, Innoempresa, etc.). Además, ofrecemos un servicio a través de la web con todas las Ayudas e Incentivos, tanto nacionales y autonómicas como europeas, de las que pueden beneficiarse las empresas, con actualización diaria.
La demanda es alta porque el grueso de nuestro colectivo lo integran pymes y autónomos, para los que todo apoyo en una época como la actual de dificultades es poco. Sin embargo, quiero destacar que la principal demanda de las empresas instaladoras no va dirigida hacia la obtención de ayudas, sino a conseguir financiación por parte de las entidades financieras.
ESEFICIENCIA: Finalmente, ¿Cuál es la posición de CONAIF respecto a la Rehabilitación Edificatoria? ¿Cuál es el papel del instalador en este proceso?
Ana María García: En CONAIF creemos en su conveniencia y en la necesidad de que reciba el suficiente apoyo institucional para que a través de ella logremos tener en España edificios más eficientes desde el punto de vista energético.
El papel del instalador es clave en la rehabilitación porque se responsabiliza de aspectos que afectan directamente a la demanda del consumo de energía en los edificios, como las instalaciones de gas, de calefacción, de climatización, de producción de agua caliente sanitaria y distribución de agua fría y caliente, entre otras.
La rehabilitación de edificios ha tomado el relevo a la nueva edificación como generador de trabajo en el ámbito de las instalaciones y representa una clara oportunidad de negocio para las empresas instaladoras.