El consejero de Industria, Innovación y Empleo, Javier Erro, ha informado sobre la evolución del Registro de Certificaciones Energéticas en edificaciones de La Rioja y ha destacado que, desde su puesta en marcha a mediados de 2013, se han inscrito 8.903 certificados que corresponden a 16.699 viviendas individuales. Transcurrido el segundo año de la implantación del registro y tras los primeros meses de regularización del parque de edificios, el número de certificados inscritos en 2014 se ha estabilizado en una media de unas 370 inscripciones al mes.
Javier Erro ha recordado que el 1 de junio de 2013 entró en vigor el Real Decreto 235/2013 que aprobaba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios, cuyo objetivo es promover los edificios de alta eficiencia energética y el ahorro de energía. Uno de los requisitos que establecía dicho Real Decreto era la creación de un registro para inscribir los certificados de eficiencia energética.
Resultados de las certificaciones energéticas
Desde entonces, en La Rioja se han registrado 8.903 certificados que corresponden a 16.699 viviendas individuales. En 2014 se realizaron 4.460 certificados que han correspondido a 7.811 viviendas individuales.
De estos 4.460 certificados inscritos en 2014, 3.952 corresponden a inmuebles de tipo residencial frente a 508 de inmuebles de tipo terciario (oficinas, comercios,etc). Respecto de los edificios de tipo residencial, un 5,46% de las inscripciones optaron por el certificado de edificio completo frente a 94,54% de las inscripciones que se realizaron a título individual (unifamiliares 312 y viviendas individuales 3.424), sumando un total 7.811 viviendas individuales certificadas en 2014.
Respecto de los edificios terciarios registrados, en un 44% correspondían a inmuebles de uso comercial, un 25% a oficinas (ingenierías, despachos profesionales, etc.) y un 7% a inmuebles dedicados a actividades de restauración (restaurantes, hoteles y cafeterías. El resto de edificios terciarios registrados corresponden a actividades varias como uso hospitalario, educacional, deportivo, espectáculos y talleres.
En este sentido, el consejero de Industria, Innovación y Empleo ha destacado el esfuerzo que están realizando las administraciones públicas para certificar energéticamente los edificios que ocupan, habiéndose registrado un total de 51 edificios certificados desde la puesta en marcha del registro autonómico de Certificación Energética como polideportivos, Centros de Tercera Edad, edificios Consistoriales, edificios de la Universidad de la Rioja, el Centro Tecnológico de La Rioja, oficinas de la Consejería de Industria, Innovación y Empleo como la sede de la ADER o el IRSAL o las oficinas del Servicio Riojano de Salud.
Javier Erro ha explicado que el certificado de eficiencia energética comprende la calificación de eficiencia energética del inmueble mediante la etiqueta energética, que clasifica los edificios desde la A (favorable) a la G (desfavorable), y las recomendaciones para mejorar esa cualificación.
El 81% de las viviendas registradas se encuentra dentro de la calificación energética media con las letras D y E. Un 2,53% obtienen una calificación energética elevada, que englobarían aquellos edificios de alta calificación energética que superan con creces las exigencias del Código Técnico de Edificación e incluyen instalaciones técnicas muy eficientes y un gran aislamiento en la envolvente térmica y un 15% han obtenido una calificación baja, con las letras F y G
, ha señalado Javier Erro.
La vivienda tipo certificada de uso residencial sería una vivienda construida con anterioridad a la aplicación del código técnico actual, con una superficie media de 82 metros cuadrados, calefacción individual, y que obtiene una calificación energética clase E con un consumo anual de 216 KWh/m2 lo que equivale a unas 1,51 toneladas equivalentes de petróleo anuales.
En cuanto a los edificios terciarios la calificación obtenida es ligeramente mejor, con un 14,5% de locales con elevada calificación energética (A, B o C), un 53% de calificación media (D y E) y un 21% restante de calificación baja (F y G).
Tener una u otra clasificación energética supone ahorros importantes en la factura energética. Así, se podría estimar que para una vivienda tipo con una certificación clase E y con un recibo medio de suministros energéticos de 100 euros al mes, si tuviera una etiqueta A su factura se reduciría a un máximo de 58 euros, lo que supondría un ahorro del 42%, mientras que si fuera G gastaría un mínimo de 133 euros al mes.
Mejoras en el registro y reducción de la tasa
Desde la puesta en marcha de este registro, que depende de la Dirección General de Innovación, Industria y Comercio, más de 500 técnicos diferentes, especialmente, arquitectos, arquitectos técnicos, ingenieros e ingenieros técnicos han suscrito certificados de inmuebles en La Rioja.
Además, desde la Dirección General se han puesto en marcha mejoras como el pago telemático desde la propia aplicación, la conexión del sistema con la base de datos del catastro, la información disponible en la web y la herramienta de búsqueda de la base de datos pública. También se ha asesorado a más de 500 técnicos en este ámbito. Todo ello ha posibilitado reducir la tasa de inscripción a la mitad, pasando de 37,95 euros a los 18 euros de coste a partir del 1 de enero de 2015.
El mapa energético de la Edificación de La Rioja
Cabe destacar además la creación de nuevas herramientas de consulta como el Mapa energético de la Edificación de la Rioja que permite visualizar los inmuebles geolocalizados con certificado de eficiencia energética inscrito en el registro oficial en La Rioja.
Esta aplicación permite realizar filtros para que solo se muestren edificios con unas determinadas características en función de su calificación energética, uso, año de construcción, municipio…
Para cada uno de los edificios registrados la herramienta proporciona datos de identificación (referencia catastral, dirección) y energéticos del mismo (consumo, calificación, etc); así como la visualización de la etiqueta energética obtenida por el inmueble.
Mediante esta herramienta se pretende facilitar el acceso a la información energética existente, complementando la herramienta de búsqueda ya operativa.