El Museo de Bellas Artes de Castellón, con más de 150 años de vida, ha dado un paso más hacia el ahorro sostenible gracias a la implantación de un sistema de supervisión energética, logrando un ahorro en el consumo de energía de las instalaciones del 20%. Para ello, se ha optado por una solución que permitiese alcanzar una reducción de los costes energéticos, logrando unas instalaciones más eficientes y sostenibles, sin tener que renunciar por ello al confort de los visitantes.
Con esta finalidad, la solución planteada debía proporcionar los datos energéticos de la instalación, tanto en tiempo real como con históricos, con el fin de optimizar consumos, demandas, emisiones, toma de decisiones, y así posibilitar la realización de una mejora continua en el proceso de eficiencia del edificio. La empresa Instalaciones Eléctricas y Telefonía Albiach-Rguz S.L. (INARSA), compañía adherida a la red EcoXpert de Schneider Electric, ha sido la encargada de ejecutar las actuaciones correspondientes tras realizar un análisis de las instalaciones en una auditoría energética.
Tras realizar un estudio energético de las instalaciones, se implementaron una serie de soluciones encaminadas a cumplir los objetivos fijados por los responsables técnicos del Museo de Bellas Artes de Castellón. En primer lugar, se implementó un sistema de control de la iluminación en las zonas de exposición y las zonas de paso compuesto de detectores de presencia, que activan y desactivan la iluminación en función del grado de ocupación.
Un sistema de supervisión y control de los consumos, compuesto de 17 equipos de medida IEM3250 y de la plataforma de supervisión remota de la energía Energy Online de Schneider Electric, permite garantizar unas instalaciones eficientes durante todo su ciclo de vida. En segundo lugar, la solución implementada se complementó con la optimización de la tarifa contratada adaptándola a la más conveniente y se sustituyó la iluminación existente por tecnología LED de bajo consumo.
A día de hoy, los valores de ahorro energético totales que se están alcanzando son de alrededor del 20% sobre el consumo energético total, con la consiguiente reducción en la emisión de gases efecto invernadero. Por otro lado, la implementación de sistemas de supervisión permite la corrección en tiempo real para alcanzar estos índices.