La Puerta de Alcalá estrena una iluminación más eficiente, duradera, versátil y programable. La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha asistido al encendido de las nuevas luces ornamentales de tecnología LED, que van a permitir una reducción del consumo de energía superior al 90%. La actuación, enmarcada en los proyectos financieramente sostenibles que el Ayuntamiento realiza con cargo al remanente de tesorería, ha costado 192.222 euros, frente a los 250.000 euros presupuestados en la licitación del proyecto.
La nueva instalación proporciona, en funcionamiento normal, una iluminación ornamental neutra que destaca la arquitectura del monumento. También es posible realizar una iluminación decorativa con cambios de color, efectos dinámicos y variedad de programaciones digitales que permitirán dar apoyo a las distintas actividades socio-culturales que se desarrollan en el entorno de la Plaza de la Independencia.
Otras de las ventajas es que reproduce más colores y que los proyectores se pueden regular, encender, apagar o programar a distancia desde un ordenador, de forma individual o conjunta. Además, la vida útil de las luminarias pasa de 8.000 horas a 50.000, es decir de 4 a 25 años. El consumo se reduce en 75.000 kilowatios/año, lo que equivale a reducir las emisiones de CO2 en casi 19 toneladas. O dicho de otro modo: la anterior iluminación de la Puerta de Alcalá consumía lo mismo que 27 hogares al año. Ahora, consumirá lo de dos hogares.