La constructora Papik Cases Passives ha construido la segunda vivienda en Cataluña certificada pasiva por el Instituto Alemán Passivhaus. La vivienda ha tenido un coste de 1.200 euros/m2.
Situada en Palau Solità i Plegamans (Barcelona), PassivPalau es una vivienda unifamiliar y aislada construida con el objetivo de reducir el consumo energético durante todo el año y obtener un elevado confort interior utilizando soluciones constructivas típicas de la zona y estrategias pasivas.
Los propietarios, conocedores del sistema de construcción pasiva, querían una casa tradicional con estructura de madera y de muy bajo consumo energético. La vivienda se orienta a SO y S, tiene una superficie construida de 130 m2 y un espacio delantero para uso de jardín y huerto.
Gracias a su estructura modular y de madera preparada en el taller de la empresa Papik, la vivienda ha sido construida en cuatro meses. Para obtener el certificado de casa Pasiva, los puentes térmicos se han minimizado al máximo, se han instalado en las ventanas vidrios de altas prestaciones, y el test de estanqueidad realizado (Blower Door) ha dado un resultado de 0,24 –para obtener el certificado este resultado debe ser como máximo de 0,6-,
Confort y calefacción: otras instalaciones
La calidad del aire interior ha sido otro de los objetivos de los propietarios. Para conseguir un ambiente saludable y de confort se ha instalado un equipo de ventilación de la marca suiza Zehnder.
No existe un sistema de calefacción como tal en la vivienda ya que el equipo Zehnder permite mantener el calor interior. Como ayuda, y si fuera necesario en días muy fríos, se ha instalado una estufa de leña estanca en la sala de estar. Toda la iluminación de la vivienda se realiza mediante Leds y los electrodomésticos son de alta eficiencia energética A+. La instalación de agua caliente sanitaria se realiza con un termo doméstico con depósito aislado. Las aguas de la vivienda se recogen de forma separada para su reutilización posterior en el huerto.