Dalkia y el Grupo SEK inauguraron recientemente una red de calor que abastece los 28 edificios del Campus de Villafranca del Castillo (Madrid) de la Institución Educativa SEK, en el que se encuentran la Universidad Camilo José Cela, instalaciones deportivas y de ocio y el colegio SEK El Castillo.
Se trata de un proyecto pionero en la Comunidad de Madrid, y en España a nivel privado, ya que es la primera vez que se emplea la biomasa como combustible para la generación térmica en una red de calor de esta envergadura en la Comunidad. El acuerdo entre la Institución SEK y Dalkia reducirá en un 25% el gasto energético y de mantenimiento a lo largo de la vida del contrato. También disminuirán en un 65% las emisiones de CO2 a la atmósfera, y en un 5,4% el consumo energético global del Campus.
Hasta la puesta en marcha de la nueva red, en funcionamiento desde finales de 2013, las instalaciones utilizaban gas propano licuado y gasóleo como combustible para generación térmica, además de la electricidad –también empleada para los servicios generales-. Estos son combustibles fósiles cuyo coste y emisiones de CO2 son muy elevados, incrementados por el bajo rendimiento de producción de las instalaciones existentes.
Ahora el abastecimiento de calor a todo el Campus se realiza mediante una red de calor de nueva construcción realizada y financiada por Dalkia, bajo el modelo de contrato ESE, que genera toda la energía en la central térmica y utiliza como combustible la biomasa. Además de la optimización del consumo energético gracias a esta instalación, Dalkia ha desarrollado medidas de eficiencia energética térmicas –como mejoras en el aislamiento e implementación de sistemas de control de producción- y eléctricas –como detectores de presencia en espacios comunes y la instalación de una nueva deshumectadora para la climatización de una de las piscinas del complejo-.
En los últimos años las redes de calor y frío se están posicionando en todo el mundo como una alternativa sólida al suministro tradicional de energía, ya que permiten incorporar soluciones de energía eficientes (pasando del empleo del carbón o el gas, poco sostenibles, a emplear cogeneración y biomasa) y empleando además como combustibles las energías renovables presentes en el entorno en el que se desarrolla la red (solar, la mencionada biomasa, geotérmica, etc).
Una red de calor y frío es un sistema de producción centralizado de energía térmica, que a través de tuberías enterradas transporta fluidos térmicos hacia edificios conectados para permitirles satisfacer su demanda de calefacción, agua caliente sanitaria y aire acondicionado. Entre los beneficios de estas redes se encuentran la mejora de la eficiencia energética en la generación, al integrar las energías renovables (biomasa, geotérmica, solar térmica, etc), los recursos locales que de otra manera quedarían sin aprovechar (frío residual, calor residual de una industria cercana, producción combinada de calor y frío, etc.) y los sistemas de producción de alta eficiencia.
Pese a ser éste un mercado aún emergente en España, vivirá un fuerte crecimiento en los años venideros, merced a la reciente directiva europea de eficiencia energética, que apuesta por las redes de calor y frío como los mejores sistemas de climatización, considerándolas como una solución que optimiza, reduce y controla los consumos energéticos. Además, al tratarse de redes centralizadas, los edificios conectados obtienen mejor certificación energética que otras soluciones individuales y cuentan con mejor rendimiento global de la red, que además incorpora fuentes renovables.
Los buenos resultados obtenidos por la utilización de la biomasa ha propiciado que la Institución Educativa SEK, en su compromiso con la sostenibilidad medioambiental, está en proceso de aplicar este mismo modelo de eficiencia energética a dos colegios más: uno en Barcelona y otro en Madrid.
El contrato y las actuaciones
Las inversiones realizadas por Dalkia en este contrato –que suman más de 1.300.000 euros- han comprendido la instalación de una red de calor y una central de producción con calderas de biomasa que consumen astilla. En total, la compañía gestiona y suministra 1.500 toneladas/año. Además, ha realizado mejoras en la eficiencia energética térmica, tanto en los aislamientos como en la implementación de un control avanzado. Asimismo, se ha mejorado la eficiencia energética eléctrica mediante mejoras en iluminación exterior e interior de menor consumo y reducción del consumo en climatización.
Entre los servicios comprendidos en el contrato –de doce años de duración- se encuentran los de gestión energética (suministro térmico, climatización y eléctrico de servicios generales) de todo el complejo, así como la gestión de las instalaciones de producción y el mantenimiento preventivo y correctivo de las instalaciones de clima y la garantía total de todos los equipos instalados.