El actual modelo de producción y consumo energético está alterando la climatología global con serias amenazas sobre los recursos básicos del planeta. El Real Decreto RAEE (Real Decreto sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión de sus residuos), nace con el objetivo de reducir la cantidad de estos residuos y la peligrosidad de sus componentes, dar un fin sostenible a los aparatos y la valoración de sus residuos así como determinar una gestión adecuada para mejorar la eficacia de la protección ambiental.
Asimismo, este Real Decreto afirma que todos los agentes que intervienen en el ciclo de vida de este tipo de aparatos, entre los que se encuentran las lámparas y luminarias, comparten la responsabilidad medioambiental.
El Parlamento Europeo ha modificado la normativa mencionada con la nueva Directiva 2012/19/UE cuya transposición al ordenamiento jurídico español está en proceso y sustituirá al RD 208/2005 del 25 de febrero . Esta nueva Directiva exige una mejor separación de los residuos eléctricos y electrónicos, así como cuotas de reciclado más exigentes y mayor regulación para la recogida de los distintos grupos de RAEES.
Por lo tanto, todos aquellos que intervienen en un proyecto de iluminación, ya sean productores de lámparas y luminarias, arquitectos, empresas de servicios energéticos, diseñadores de iluminación, ingenieros, instaladores, etc, están directamente implicados en la gestión de los residuos derivados de estos aparatos de alumbrado.
Además, se ha percibido un aumento significativo de proyectos sostenibles que las Empresas de Servicios Energéticos están desarrollando para cambiar la iluminación y el alumbrado de compañías privadas, organismos públicos y municipios. De forma cada vez más frecuente, se están implantando soluciones más eficientes, como la utilización de bombillas de bajo consumo, luminarias y lámparas LEDs con el consiguiente aumento de los residuos de aparatos de alumbrado incluido en el RD. Por ello, es necesario que las ESEs tengan en cuenta que los aparatos de alumbrado, según la legislación española, son objeto de reciclado tras su utilización y hay una obligación legal de reciclarlos tal y como marca la ley.
Cuando se sustituye una lámpara o una luminaria usada, se genera un residuo y somos responsables de darle una gestión adecuada para preservar el medioambiente. Las lámparas incluidas en la RAEE son las bombillas de bajo consumo, los fluorescentes, las lámparas de descarga y los LED retrofit. Estas lámparas contienen pequeñas cantidades de mercurio que debemos recoger y gestionar adecuadamente para evitar su emisión al medioambiente. Como residuos de luminarias se consideran las luminarias de interior, exterior, leds, luminarias de emergencia y rótulos luminosos.
Para cerrar el círculo medioambiental de forma correcta y que los proyectos presentados y ejecutados por las Empresas de Servicios Energéticos estén realmente completos, es necesario que incluyan en sus contratos y prescripciones el reciclaje de lámparas y luminarias. Es importante que esto quede recogido en los pliegos de condiciones para las contrataciones públicas y concursos.
En este aspecto, deben contar con un Sistema Integrado de Gestión que esté autorizado en todas las comunidades autónomas, que gestione la recogida y tratamiento de aparatos de alumbrado y, además, cumpla su obligación legal de 4Kg por habitante y año, como es el caso de Ambilamp. Todo ello permitirá a las Empresas de Servicios Energéticos cumplir con la normativa vigente.
El SIG facilitará los medios necesarios para que esta labor se realice de una forma sencilla y gratuita. Les proporcionará tanto los medios adecuados para reciclar como la información necesaria que les permita conocer los beneficios medioambientales que conlleva un correcto reciclaje de aparatos de iluminación.
Las empresas de servicios energéticos pueden solicitar recogidas de manera puntual directamente a AMBILAMP cuando la generación de residuos sea importante. Asimismo, tienen disponibles para la gestión sostenible de sus proyectos los puntos de recogida con jaulas y contenedor grande, que pueden encontrar en los puntos limpios municipales, distribuidores mayoristas de material eléctrico, así como en grandes superficies.
Concretamente en estos contenedores las empresas de mantenimiento pueden depositar directamente los residuos que genere su actividad.
Una vez que se ha efectuado la recogida de residuos de alumbrado de los contenedores distribuidos en los diferentes puntos de recogida, éstos son trasladados hasta 5 plantas de reciclaje ubicadas en Bilbao, Barcelona, Madrid, Sevilla y Valencia. Allí se separan sus componentes recuperables, en el caso de lámparas: -vidrio, metal, plástico y en el caso de luminarias: vidrio, plástico, cobre, aluminio y hierro que, serán reutilizados por diferentes industrias para producir nuevos productos. Asimismo, en estas plantas se separan las pequeñísimas cantidades de mercurio que contienen las lámparas y se neutralizan para almacenarlas en condiciones de seguridad y evitar su emisión a la atmósfera.
Destacar que el proceso de reciclaje y la reutilización de los materiales obtenidos conlleva además un ahorro en materias primas y en el consumo de energía necesario para transformarlas lo que se traduce en una importante reducción de la emisión de CO2 a la atmósfera.
Resumir que es fundamental que se conozcan los beneficios medioambientales del reciclaje de lámparas y luminarias para que éste se realice con total responsabilidad.
En España AMBILAMP ha reciclado desde el inicio de su actividad en 2005 , 13.878 toneladas de lámparas que equivalen a más de 97 millones de unidades lo que ha supuesto la no emisión a la atmósfera de 1.124.188 toneladas de CO2.