Este procedimiento que permite contabilizar la domótica y la inmótica en la medición de la eficiencia energética, supone un gran avance para el sector ya que una vivienda con sistemas de automatización y control tendrá una cualificación energética superior que otra vivienda sin domótica e inmótica, aumentando así el valor añadido de la instalación. De este modo, la domótica se convierte en una inversión para los propietarios al suponer un plus en el momento de alquilar o vender su vivienda, que además podrá amortizar rápidamente con el ahorro obtenido en su factura energética.
En este proyecto de viviendas que ha obtenido calificación de nivel A se ha incorporado un paquete domótico destinado al control de la iluminación, climatización, ventilación, persianas y agua caliente sanitaria. Este paquete, que ha supuesto un coste para el promotor de 1.500€, demuestra que una vivienda de precio medio/bajo puede fácilmente beneficiarse de las ventajas de la domótica a un coste muy pequeño bajo en comparación con el precio de venta de la vivienda.