WWF ha hecho balance energético de este pasado año y ha publicado el Observatorio anual de la Electricidad. Para la organización, 2013 ha sido un año de claro retroceso en materia energética por la nueva ley de sector eléctrico, la reforma energética o la inminente subida de la luz un 2,3% en enero. Todas estas acciones van en contra de los ciudadanos y también de conseguir un futuro renovable.
WWF lamenta que no se haya cumplido ninguno de los retos que propuso al Gobierno en 2013 para iniciar el camino hacia un modelo renovable. Por ello, este año es más urgente aún cambiar la legislación actual y realizar una profunda reforma energética. Para lograrlo, es clave fomentar las energías renovables y el autoconsumo, así como mejorar la eficiencia energética y apostar por la rehabilitación energética de los edificios.
Durante 2013 se ha continuado penalizando a las energías renovables a través de diferentes leyes. La más reciente es la del sector eléctrico, aprobada el 26 de diciembre que, con el pretexto de reducir el déficit de tarifa, pone freno a las energías renovables y al autoconsumo. Sin embargo, WWF sostiene que esta ley no va a solucionar este problema ya que este déficit de tarifa volverá a ser de entre 4.500 y 5.000 millones de euros.
Para la ONG, esta nueva ley seguirá trayendo nuevas subidas de la luz a los ciudadanos, como la del 2,3% en enero, que es consecuencia, entre otras causas, del carácter inflacionista de las subastas que fijan el precio de la luz, de las ayudas al carbón, de los costes extra peninsulares, de la baja demanda eléctrica y de los pagos por capacidad a las centrales de gas. Por todo ello, WWF exige al Gobierno una verdadera reforma energética que elimine de forma definitiva el déficit de tarifa y cambie la metodología de fijación de precios del mercado mayorista de la electricidad (pool). Esto se resume en un ajuste de los costes del sistema eléctrico como solución última para evitar una subida del recibo de la luz y garantizar, a la vez, la eficiencia, competencia y transparencia del mercado, además de una mayor confianza a los consumidores.
La reforma aprobada por el Gobierno no ha solucionado los problemas de fondo del sector energético, sino que ha incrementado la incertidumbre regulatoria y pone en riesgo el futuro de las inversiones, por aumento de los déficits energéticos (eléctrico y del gas) y por mayores subidas de la luz que finalmente pagan los consumidores. Para WWF, la solución es apostar por la energía autóctona y renovable, que es más barata que la energía importada de los combustibles fósiles que están sometidos a la volatilidad de los precios.
En este sentido, WWF demanda que se reformule la política energética del Gobierno poniendo fin a la incertidumbre e inestabilidad regulatoria de las renovables e incrementando su peso en el mix eléctrico. También es necesario mejorar las políticas de innovación tecnológica en energías renovables en nuestro país, eliminar las barreras de la normativa que regula el autoconsumo energético y fomentar la generación distribuida, lo cual permitiría a la ciudadanía disponer de su propia energía renovable en sus hogares. De esta manera, cualquier ciudadano puede convertirse en productor y consumidor eléctrico, instalando sistemas de tecnología renovables en sus viviendas para ahorrar en la factura de la luz y generar energía de forma sostenible. Además, WWF demanda que la rehabilitación energética de edificios sea una prioridad, ya que no solo mejora la calidad de vida, sino que permitiría la creación de 150.000 empleos hasta 2020 en España en el sector de la construcción, uno de los más afectados por la actual crisis económica.
Raquel García Monzón, Técnico de Energía de WWF España, declara: “Si apostamos por un mix energético más sostenible, basado en las energías renovables y la eficiencia energética, con mayor entrada de renovables, se mejorará la competencia en el mercado. Además, bajaría el precio de la energía y se facilitaría al consumidor la reducción de sus costes energéticos. Esto es lo que postula la Comisión Europea para reducir los costes regulados. Por tanto, es imprescindible una mayor competencia, bajada de precios y seguridad jurídica”.
Análisis de 2013:
Según el Observatorio Anual de la Electricidad de WWF, en 2013 ha disminuido tanto la producción de electricidad como la demanda respecto a 2012. Pasando de una producción de 276.227 GWh en 2012 a una de 266.499 GWh, disminuyendo un 3,65%. Por su parte, la demanda eléctrica total del Sistema Peninsular descendió de 248.533 GWh en 2012 a 243.015GWh en 2013, por lo que ha disminuido en 2,27%.
El balance eléctrico peninsular de 2013 muestra una cobertura de la demanda del 21,3% con energía nuclear (mientras que en 2012 fue de 22,2%), situándola en el primer lugar del mix eléctrico. Después, un 20,4% con energía eólica (mientras que en 2012 fue de 17,4%), un 14,9% con centrales térmicas de carbón (mientras que en 2012 fue de 19,8%), un 12,7% con energía hidráulica (mientras que en 2012 fue de 7%), un 9,4% con ciclos combinados de gas natural (mientras que en 2012 fue del 13,8%) y el 21,2% restante con otras fuentes de energía (en 2012 fue del 19,8%).
En relación a la producción de energía de origen renovable, 2013 ha generado más que en 2012, según datos de REE, sumando un total de 108.385 GWh, mientras que en 2012 se registraron 85.065 GWh. La potencia instalada en el parque generador peninsular procedente de tecnologías renovables aumentó en 556 MW durante 2013, alcanzando al finalizar el año un total de 102.281 MW, ligeramente superior a la registrada en 2012 (102.524 MW). Esta nueva potencia procede de nuevas infraestructuras de origen renovable, con 173 MW de eólica y 440 de tecnologías solares (140 MW de solar fotovoltaica y 300 MW de solar termoeléctrica).