La Asociación Española de Cogeneración –ACOGEN- ha celebrado recientemente su Asamblea Anual, en la que su presidente, José Manuel Collados, afirmó que “no se puede ignorar a la industria en la política energética, porque de los costes energéticos depende gran parte de la competitividad de un millar de industrias españolas que fabrican sus productos con cogeneración, industrias manufactureras que exportan, generan riqueza y sostienen empleo, a las que hay que tener en cuenta a la hora de desarrollar la reforma eléctrica. La industria es la economía real, deben tenerlo presente”.
El director general, Javier Rodríguez, reiteró esta idea señalando que “Acogen confía en que los desarrollos de la Reforma restauren el futuro de la cogeneración y se logre dar la vuelta a la situación límite en la que están muchas industrias de sectores estratégicos”. Para Rodríguez, “es prioritario situar a la industria en el centro de las políticas de recuperación de la economía y para ello hay que contar con la cogeneración como herramienta clave de competitividad, una herramienta a la que se ha puesto en riesgo, sin tener en cuenta las catastróficas consecuencias para industrias manufactureras que suponen más del 20% del PIB industrial español”.
Colaboración con el Ministerio
El presidente, José Manuel Collados, reiteró ante el Director General de Política Energética, Jaime Suárez que inauguró el acto, la total disposición de Acogen para colaborar con el Gobierno en la consolidación de “un modelo energético al servicio de la industria que clarifique el futuro de la cogeneración con una normativa estable y razonable, acorde con las particularidades de esta forma de generar energía eficiente”.
Energía competitiva para la industria
Las diferentes intervenciones en la Asamblea coincidieron en que el sector industrial debe jugar un papel clave en la recuperación de la economía y del empleo, pero la condición para ello es mejorar la competitividad de los factores productivos. La cogeneración ha prestado un servicio histórico vital y equilibrado a la industria española en el aseguramiento de su competitividad energética, una contribución que hoy se encuentra en riesgo, como la propia industria, y que reclama un plan de futuro. La cogeneración eleva la competitividad de sus empresas asociadas lo que les permite exportar y mantener sus niveles de producción. Es evidente la mala situación de la industria nacional que en los últimos cinco años ha perdido un 28% de producción industrial y más de 900.000 empleos industriales, por eso urge volver la mirada a la industria y aprovechar las herramientas que aportan competitividad.
El futuro de la cogeneración en España requiere que ésta se reconozca como herramienta de competitividad que funciona y es legítima. El papel de la cogeneración y su contribución a los sistemas energéticos, a la industria, a la actividad económica y al empleo, encaja en cualquier modelo cuyo objetivo sea proporcionar una mayor eficiencia energética al país y una legítima mayor competitividad a su industria. Muchas industrias invirtieron en cogeneración para ser competitivas en costes energéticos, ese es el único objetivo de la cogeneración, que a su vez requiere invertir en las mejores tecnologías disponibles, tecnologías avanzadas y maduras, que ahorran energía y emisiones, aportan garantía de potencia y generación distribuida, e implica además operarlas y gestionar las instalaciones a través de una mayor expertización en las operaciones, los mercados y vectores energéticos.
La actividad de un cogenerador es fabricar un producto industrial siendo competitivo, a lo que la cogeneración contribuye de una manera legítima, impulsada y reconocida por la Unión Europea, generando sinergias positivas y multiplicadoras con los sistemas energéticos e industriales, dotando de una mayor eficiencia energética y económica al país.
Situación límite de la actividad de la cogeneración y de las industrias que la impulsan
La actividad de la cogeneración en España está al límite y por debajo del nivel de subsistencia. El crecimiento de la cogeneración es nulo desde hace 11 años. A pesar de ello y de distar un 30% del objetivo oficial marcado, se le impuso una moratoria a la renovación de instalaciones de enero de 2012, se le cargó con nuevos impuestos energéticos y del CO2 en enero 2013, se le eliminaron los complementos que reconocían su eficiencia y aportación de reactiva a las redes desde julio de 2013. Estas penalizaciones han sumido a la cogeneración en una situación de asfixia y paralización progresiva, arrastrando graves consecuencias en las industrias asociadas.
Desde la moratoria de enero de 2012 hasta agosto pasado, la potencia de cogeneración con inscripción definitiva en el registro (dato CNE) bajó en más de 205 MW. En el mismo periodo, la potencia eólica subió en 1.752 MW, la termosolar creció 1.001 MW y la fotovoltaica se alzó en 460 MW.
De enero a junio pasado (datos CNE) un 20% de las plantas de cogeneración (700 MW, 12% de la potencia del sector) tienen paralizada su producción. Y desde julio, la producción en cogeneración (datos REE) se ha desplomado respecto al año anterior, registrándose un 14% menos en agosto, un 10% menos en septiembre y hasta el 12% menos en octubre.
Todo ello es resultado de aplicar a los cogeneradores una reducción en su retribución de unos 700 M€/anuales, esto es un recorte promedio del 22%, al que se añade otra bajada del 17% adicional en plantas de más de 15 años. Estos recortes se hacen directamente a la competitividad de la industria nacional. Con la coyuntura actual, los 700 M€ de recortes a la cogeneración son equivalentes en términos económicos al 50% del EBIDTA de todas sus industrias asociadas.
Impuestos y recortes que gravan el 50% del resultado económico de mil industrias clave y que puede tener efectos devastadores. Adicionalmente a esta gravísima situación, se le añade desde julio que la facturación eléctrica se realice “a cuenta”, desembocando en una situación peligrosa para las empresas que producen y exportan en total incertidumbre sobre sus costes energéticos.
Balance 2013 de la cogeneración en España
La cogeneración genera el 12% de la demanda nacional de electricidad y utiliza el 25% del consumo total de gas natural (40% del todo el consumo de gas industrial). En España existen 999 cogeneraciones vinculadas a industrias -que suponen un PIB de 25.000 millones €/año (20% del PIB industrial)-, en sectores como alimentación y bebidas, químicas, papeleras, farmacéuticas, azulejeras, automóvil, petroquímicas, textiles y otras industrias manufactureras.
La potencia instalada alcanza los 6.033 MW, sin crecimiento significativo en los últimos diez años y con un cese de 200 MW desde enero de 2012. La producción prevista para el cierre de ejercicio es de 32,4 TWh, con una disminución anual de la electricidad producida del 5,5%, aunque desde julio se está desplomando a un ritmo del 12% dada la inviabilidad económica y la incertidumbre tras las últimas reformas.