La industria de fabricación y embotellado de bebidas, una de las más importantes de España por volumen de facturación, puede aumentar sus ganancias en un 6,3% a través de la eficiencia energética, lo que le permitiría superar los 1.000 millones de euros anuales de beneficio, según los datos facilitados por el grupo de ingeniería Euroconsult.
Estos cálculos, que parten de la experiencia de la división de eficiencia energética de la ingeniería en el sector industrial, tienen en cuenta las peculiaridades del proceso de fabricación de bebidas, que en 2011 –últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE)– destinó 209,1 millones de euros a su consumo energético, lo que equivale al 21% de su beneficio en ese mismo ejercicio (996,6 millones).
Dado que la ingeniería energética reduce de media un 30% el gasto energético anual, la industria embotelladora ahorraría 62,7 millones de euros anuales, lo que mejoraría su competitividad y le permitiría aumentar las inversiones en otros campos como la innovación y la mejora de sus sistemas de producción.
Este ahorro medio del 30%, que se ha rebasado en varios proyectos puestos en marcha en la industria embotelladora alcanzando hasta el 40%, supera los resultados de otras medidas pioneras de ahorro energético, como la llevada a cabo por parte de la industria de agua envasada, que en los últimos cinco años ha conseguido reducir su consumo de energía un 16%.
Además de mejorar el impacto medioambiental, la ingeniería energética permite aumentar los márgenes de beneficio del sector embotellador en un contexto de crisis en el que la vía de los recortes ha tocado fondo, por lo que se hace necesario optar por soluciones de gestión energética que optimicen al máximo las ganancias sin alterar la plantilla y las inversiones de las empresas, que llevan ya más de cinco años inmersas en procesos de reestructuraciones.
Por tanto, dado el avance de estos sistemas de gestión de la demanda energética, el balance económico de las empresas se puede mejorar actuando sobre una de las partidas que más aumenta a pesar de la crisis: la factura energética, debido al alza de los carburantes y del precio de la luz y el agua. De hecho, desde el inicio de la crisis la factura energética para el sector de fabricación de bebidas se encareció un 4,5%, mientras que su cifra de negocio se redujo un 9,7%, justo el doble. El director de la división de Eficiencia Energética de Euroconsult, Carlos Sáez, apunta además que la inversión en ingeniería energética “siempre se recupera en un plazo que no supera los 24 meses, lo que multiplica el efecto de ahorro de estos sistemas a medio plazo y largo plazo”.